El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Vive una experiencia inolvidable en Laguna Madre, Tamaulipas

Nota sobre Vive una experiencia inolvidable en Laguna Madre, Tamaulipas

Al comienzo de la estación primaveral, los días comienzan con bruma en la ciudad de Vallehermoso, en el noreste del estado de Tamaulipas.

Desde esta valiosa ciudad limítrofe con los Estados Unidos, se puede llegar a uno de los cuerpos de agua salobre de mayor tamaño en el continente americano: la Laguna Madre. En tan solo media hora, desde Vallehermoso, se puede llegar a la orilla de esta formidable laguna, en un ambiente notablemente caluroso y con bruma que se disipa hasta el medio día. Justo entonces es cuando el sol, baña con su luz las construcciones de madera donde viven los pescadores de la comunidad de El Mezquital.

Desde la orilla noreste de la Laguna Madre, se observa un entorno agitado por muchas aves marinas, como golondrinas, garzas, cormoranes, pelícanos y gaviotas.

Todas ellas propician un clamor ininterrumpido en sus revoloteos constantes. Son cientos de aves que se observan en las aguas, la orilla de la laguna o incluso curioseando en las lanchas. Para recorrer este vasto cuerpo de agua que tiene unos 2 mil kilómetros cuadrados, se puede rentar una lancha conducida por uno de los pescadores de El Mezquital. Es una vivencia turística inolvidable.

Al recorrer la Laguna Madre, en cierto punto, aparecen unos islotes alargados que parecieran flotar al azar en las aguas vastas.

También se observan a la distancia lanchas de pescadores y aves que parecen puntos revoloteantes. A medida que uno se interna en el corazón de la laguna, se avistan distintos ecosistemas, como por ejemplo, islotes de pequeño tamaño, islas de barrera, arenosas dunas, áreas de pastizales terrestres y marinos, así como también manglares y matorrales.

Por donde uno ponga la mirada en las diferentes zonas de la Laguna Madre, descubrirá variedades de flora y fauna fascinante: garzas chocolateras, pelícanos, cormoranes, y las gaviotas.

En la distancia destacan las mencionadas dunas costeras, en donde aparecen hábitats complejos, abundantes de plantas que forman asociaciones vegetales, particulares de estos entornos salobres. Todo lo anterior sirve de barrera protectora contra meteoros climatológicos como tormentas tropicales, huracanes y temporales.

Es interesante saber que la Laguna Madre tiene más de dos centenares de islas e islotes de dimensiones muy variadas, aunque en general, prevalecen las de forma alargada.

Cuando se explora alguno de tales islotes, puede observarse que el suelo se encuentra tapizado de restos de caracoles y conchas marinas, y que se trata de un hábitat perfecto para las lagartijas, cangrejos y aves. Otras islas de mayor tamaño, en cambio, cuentan con arbustos, herbáceas diminutas y plantas rastreras.

Por la zona oeste, se observa que las aguas se encuentran rodeadas por espinosos matorrales y allí justamente crece abundante mezquite, huizaches, cactus, gobernadora y diferentes herbáceas propias de territorio semidesértico.

Cerca de esta área de la Laguna Madre, existen grandes comunidades de manglares, las cuales incluyen las cuatro especies de manglares más comunes de esta región del territorio tamaulipeco.