Recorre con tus propios pies el lugar donde la Virgen se apareció a Juan Diego. Ir a la Villa de Guadalupe es mucho más que visitar la BasÃlica. Es vivir en primera persona la emoción de encontrarse en el mismÃsimo lugar que eligió la Virgen para manifestarse: el cerro del Tepeyac, un lugar que ya era sagrado para los indÃgenas, pues aquà se ubicaba el antiguo templo a Tonantzin o Coatlicue, la diosa madre.
La nueva BasÃlica, donde se celebran los servicios religiosos y se expone la imagen de la Virgen de Guadalupe, se construyó para dar cabida a los crecientes números de fieles, y por los problemas estructurales que estaba sufriendo la antigua BasÃlica, hoy Templo Expiatorio de Cristo Rey.
Observa cómo el templo está hundido de un lado. Antes de tomar el sendero que asciende al cerro párate a admirar el jardÃn de rosas donde Juan Diego cortó sus flores como le pidió la Virgen. Sube por el sendero y disfruta de las vistas desde las distintas terrazas, hasta llegar a la Capilla del Cerrito, en el lugar donde se apareció la Guadalupana. Desde aquà puedes emprender la bajada y tomar fotos frente a las fuentes de agua, con cabezas de serpiente. Ya debajo no dejes de entrar a la joya barroca que es la Capilla del Pocito.
La festividad de la Virgen de Guadalupe se celebra el dÃa 12 de diciembre. Si vienes como turista, ten en cuenta que durante ese dÃa y los dÃas anteriores millones de personas llegan para la celebración.
Tanto en lo alto del cerro como en el mercado de artesanÃas y comidas puedes comprar alimentos y bebidas, muy importante si llegas un dÃa de calor.
Trae calzado cómodo, hay que caminar un tramo y estarás parado mucho rato.
Recorre el Camino Guadalupano, iniciando en el Templo de San Francisco, continuando por la Catedral Metropolitana y la Iglesia de Santiago Tlatelolco, y terminando en la BasÃlica de Guadalupe.
Plaza de las Américas #1, Col. Villa de Guadalupe. C.P. 07050