El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Tlatelolco: tres épocas, un mismo lugar

Nota sobre Tlatelolco: tres épocas, un mismo lugar

Si deseas ser testigo presencial de la historia de México a través de los siglos, Tlatelolco es uno de  los pocos lugares que nos permite encontrar en una misma plaza el pasado prehispánico, la época colonial y el México moderno de los años sesenta.

Tlatelolco fue fundado hacia 1337 por la tribu náhuatl de los tlatelolcas al norte de Tenochtitlán.

En 1473 pasó a ser parte del creciente imperio mexica y, por su posición estratégica, llegó a albergar al mayor mercado del mundo prehispánico. Cabe destacar que fue Tlatelolco el sitio que presenció el rendimiento del tlatoani Cuauhtémoc ante Hernán Cortés el 13 de agosto de 1521; por ello actualmente la plaza conmemora este dramático hecho con una placa que culmina: No fue triunfo ni derrota, fue el doloroso nacimiento del pueblo mestizo que es el México de hoy.

Con gran parte de las piedras que daban forma a la antigua ciudad prehispánica, se levantó un alto templo católico dedicado al apóstol Santiago, el cual sigue en pie y posee una historia extraordinaria.

Fue hasta los años sesenta, cuando se proyectó en Tlatelolco un megaproyecto urbanístico único en México por su dimensión y criterios arquitectónicos.

Alrededor de las ruinas arqueológicas y el templo de Santiago se construyeron 102 edificios ubicados de forma armónica entre vastos espacios verdes.

Entrar a Tlatelolco implica romper con el tráfico omnipresente y la nula armonía arquitectónica del resto de la ciudad.

Con el paso de los años, Tlatelolco perdió su glamur y hoy se encuentra considerablemente deteriorado, pero su historia sigue ahí, inmutable. En la misma plaza de Tlatelolco está erguida una placa que recuerda la siniestra matanza estudiantil de 1968, quizá el episodio más recordado del sitio, ya que, como frecuentemente se dice: ?el 2 de octubre no se olvida?. Por ello, en honor a los caídos se decidió hacerse un museo conmemorativo sobre los movimientos sociales en los años sesenta. Cómo llegar

Es muy sencillo, ya que se encuentra al lado de una avenidas más importantes de la Ciudad de México: El eje central.

Si se desea ir en transporte público se puede tomar un camión cero emociones a través de dicha avenida o se puede tomar el metro, el nombre de la estación es precisamente Tlatelolco