El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Ruta de la costa chica, Guerrero

Nota sobre Ruta de la costa chica, Guerrero

La Costa Chica de Guerrero es un territorio fértil, bañado por diversos ríos y lagunas de la región, así como por el imponente Océano Pacífico.

La naturaleza muestra lo mejor de sí misma con su flora y fauna exuberantes, al tiempo que la calidez y alegría de la gente contagian al viajero.

En esta zona se reúnen diversos pueblos: por un lado están los habitantes originarios —mixtecos, chatinos y amuzgos—; por otro, la población afromexicana y la mestiza.

Esto da a la región una enorme diversidad en artesanía, gastronomía, arqueología y vestido, y también un carácter propio: el baile, la música alegre y la fiesta no terminan nunca.

No es fácil resumir todos los atractivos de la Costa Chica, pero hay algunos imprescindibles.

Copala

Uno de los municipios con más atractivos para los amantes de la naturaleza es la semivirgen playa Ventura, rodeada de flora abundante.

Hasta aquí llegan especies de tortugas como golfina, laúd (la más grande del mundo), carey y prieta, y los viajeros pueden ayudar a liberar sus huevos. La Casa de Piedra es una hermosa playa cuyas rocas apiladas son irresistibles para quienes gustan de escalar. Para acabar el día, es posible instalarse en una cómoda cabaña, o bien, acampar. Cuajinicuilapa

El Refugio de la Tortuga Marina, entre las playas Tierra Colorada y Punta Maldonado, es una zona protegida, lo que no impide que viajeros conscientes acompañen a las recién nacidas en su recorrido hacia el Pacífico.

También se puede visitar el Museo de la Tercera Raíz —sobre la historia e influencia africana en México— y presenciar algunas de las danzas típicas de la zona. Florencio Villarreal

En Cruz Grande, cabecera municipal, se celebra una importante fiesta en honor a la Santa Cruz durante mayo.

En esta visita, hay que aprovechar para conocer el Jardín Central y comprar las artesanías en barro —es- pecialmente comales— que aquí se elaboran. También se deben probar los sabores únicos de la región, como el mole de guajolote o el cerdo en chileajo y un vaso de refrescante chilate, bebida preparada con maíz, arroz y cacao. Lo mejor, sin embargo, son las riquezas naturales: aquí hay playas semivírgenes como Pico del Monte, cerca de la cual también es posible visitar una zona arqueológica del pueblo yope, que conserva in- teresantes vestigios de esta cultura. Un sitio que no hay que perderse es la bellísima laguna de Chautengo, en la que además de pesca se pue- den realizar deportes acuáticos y largos paseos con vistas increíbles, una oportunidad única para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Marquelia

Éste es un destino irresistible, bañado por el océano, arroyos, lagunas y una cascada.

Un secreto bien guardado de la zona son las hermosas playas vírgenes de La Bocana y Peñitas, que sin duda vale la pena descubrir, junto con el santuario de las Garzas Blancas que alberga flamencos rosas, cigüeñas, patos canadienses y, por supuesto, garzas blancas. La aventura concluye con una muestra de la fantástica gastronomía local: pescados, ca- marones y langostinos cocinados en las formas más variadas. Ometepec

La historia más antigua de la Costa Chica se cuenta en la zona arqueológica Piedra Labrada, un centro ceremonial de unos 3,000 años de antigüedad en el que se han encontrado piezas olmecas y teotihuacanas.

En este muni- cipio también puede visitarse la Parroquia de Santiago Apóstol, considera- da monumento histórico, y detenerse a comprar artesanías tejidas que se ofrecen en el tianguis sabatino. San Marcos

Un destino turístico que ha sido planeado integralmente para dar la bien- venida a los viajeros y que, pese al crecimiento en infraestructura, no ha per- dido su ambiente tradicional.

Es famoso por su carácter festivo: hay que ir durante la Fiesta Regional dedicada al santo patrono, en que la alegría gen- eral se contagia con facilidad. Si se desea algo más tranquilo, hay que dar una vuelta por la laguna de Tecomate, donde se pesca mojarra, lisa y camarón, productos que, después, se deben probar en sus diferentes especialidades. Xochistlahuaca

Una zona indígena amuzga que conserva sus usos y costumbres, sobre todo en fiestas, vestimenta tradicional y gastronomía.

Son imprescindibles platillos como la barbacoa de chivo o de becerro, las patitas de cerdo y muchos tipos de tamales: envueltos en hoja de plátano o maíz, de arroz o frijol y nejos (preparados con ceniza). Para comprar artesanías tejidas hay que visitar el Museo Comunitario Amuzgo y la Casa Textil.