El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Ría Lagartos, santuario de flamingos

Nota sobre Ría Lagartos, santuario de flamingos

Hay muchos lugares en el territorio mexicano excelentes para tener valiosas experiencias ecoturísticas.

La biodiversidad de esas regiones geográficas es fascinante. En este sentido, en la península de Yucatán hay varias especies animales y vegetales de extraordinarias características que ningún aficionado al turismo de naturaleza se puede perder.

Ría Lagartos es uno de esos santuarios turísticos, en especial por perfilarse como un hábitat de gran importancia para los bellos flamingos rosados.

El área ecológica de Ría Lagartos está ubicada en las proximidades de Valladolid.

En 1979 fue declarada como Reserva Especial de la Biósfera y para visitarla se requiere de un permiso especial. No obstante, el trámite vale la pena indudablemente: en sus 60 mil hectáreas protegidas habita la población de mayor tamaño de flamingos en el territorio nacional. Los investigadores calculan que la colonia de flamingos de Ría Lagartos ronda las 40 mil aves.

Los visitantes hallarán que las aguas de Ría Lagartos cuentan con un color azul claro.

Con el paso del tiempo esta reserva se ha transformado en un refugio de gran valía para numerosos rosados flamencos, que acuden a ese sitio para terminar su ciclo reproductivo y tener a sus crías.

El entorno es por demás alucinante en Ría Lagartos: entre enormes dunas de sal se asoma el agua de tonalidad rosada, característica que se explica por la artemias salinas que colman las aguas de la zona.

Se trata de pequeños crustáceos que tiñen de rosa ese cuerpo de agua y a los propios flamingos.

Cristales abundantes rebosan en la orilla de la ría, mientras que la espuma de sal se esparce por doquier: los visitantes tienen allí un intenso y pleno contacto con la naturaleza.

En las cercanías de la reserva se ubica la comunidad de Lagartos, de gran interés por sus anchas calles arenosas y conchas de playa esparcidas. En ese pueblo yucateco los visitantes encontrarán un parque central, en donde las parejas se reúnen por las tardes, las personas de edad avanzada disfrutan del atardecer y los siempre jubilosos niños juegan a la pelota entre las plantas y flores de las jardineras.

Las opciones de alojamiento son pocas y bastante rústicas, pero hay varios sitios donde disfrutar de lo mejor de la gastronomía local.

Los turistas saborean especialidades preparadas con marisco y pescado en pequeños restaurantes con mesas con techo de palma.

No lejos de Ría Lagartos se encuentra otro sitio hermoso e imperdible: playa El Cuyo, otro lugar silvestre que sirve de morada a una gran cantidad de aves acuáticas.