Para el mes patrio que ya se acerca vale la pena visitar la capital queretana, sitio en el cual, de acuerdo a los registros históricos, se realizó la planeación del evento que terminó con el dominio español de la Nueva España en septiembre de 1810.

A solo dos horas y media de la capital mexicana se encuentra Querétaro, urbe cuyos orígenes se remontan a 1531 por religiosos franciscanos.

Por su proximidad con la Ciudad de México y los numerosos centros manufactureros que allí se encuentran, Querétaro se ha transformado en el sitio ideal para los negocios.

La capital de Querétaro es una ciudad de un millón de habitantes y allí se desarrollaron cuatro de los eventos más relevantes de la historia mexicana.

Por ejemplo, en 1810, se fraguo la revuelta insurgente que derivó en la Independencia de México; en 1848 se firmaron allí los Tratados de Guadalupe Hidalgo, los cuales terminaron con la guerra con Estados Unidos y la pérdida de una buena parte del territorio mexicano original; en 1867 se llevó a cabo allí la ejecución de Maximiliano de Habsburgo y en 1917 se firmó allí la constitución que actualmente prevalece en el país.

Querétaro es una urbe que tiene numerosos atractivos coloniales, valiosas creaciones gastronómicas y diferentes atracciones que se ocultan en sus rincones más insospechados: plazas, calles, andadores y vastas zonas silvestres en la Sierra Gorda.

Por su gran importancia histórica y cultural, la UNESCO reconoció a Querétaro como Patrimonio de la Humanidad, en específico a su zona de monumentos históricos.