El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Pueblos de Michoacán en el Día de Muertos

Nota sobre Pueblos de Michoacán en el Día de Muertos

Es sabido que la celebración del Día de Muertos adquiere un encanto inusitado en la población michoacana de Pátzcuaro y por este motivo, mucha gente acude a tierras purépechas año con año, a inicios de noviembre.

Pero la magia del Día de Muertos también se extiende a otras poblaciones de Michoacán y varias de ellas pueden ser visitadas en un interesante tour, que les recomendaremos en lo que sigue.

San Francisco Uricho es una de tales comunidades.

En ella sobresalen los nobles arcos que se levantan en el cementerio local y en el atrio de la iglesia, en un detalle arquitectónico que no se observa en otras localidades de la región. Durante el Día de Muertos, los habitantes de San Francisco Uricho desarrollan una velación nocturna en la iglesia del pueblo y posteriormente se congregan en el cementerio, para visitar a sus parientes difuntos.

Para muchas comunidades como San Francisco Uricho, el panteón local no es únicamente el lugar que se visita para dejar velas, arreglos florales y comida a los muertos, sino también un inusual espacio de convivencia.

Varias personas que han emigrado a otras entidades, o a otras naciones, regresan a San Francisco Uricho para visitar a sus familias y reencontrarse con amigos de la población.

Tras haber culminado la convivencia del Día de Muertos, las ofrendas se reparten entre amigos y parientes.

Una costumbre arraigada es que no se debe volver a lugar con lo mismo que se apartó para la ofrenda.

Santa Fe de La Laguna es otra de las comunidades michoacanas en donde el Día de Muertos se vive de una manera muy especial.

Vasco de Quiroga, el célebre misionero español, fundó esta población en 1531, para servir de hospital a los indígenas purépechas. En nuestros días, Santa Fe de La Laguna preserva su original proyección y se considera una de las comunidades mejor conservadas de toda el área del Lago de Pátzcuaro. Durante la celebración del Día de Muertos, en el atrio y en el interior del templo local se instalan coloridas ofrendas. En los dos últimos días del mes de octubre y hasta el 2 de noviembre, Santa Fe de La Laguna se colma de flores de cempasúchil, las cuales cubren los portales y las ofrendas. Tales flores se expanden en la plaza junto a calaveras de azúcar y animales elaborados con dulce.

Tzurumutaro es una más de las comunidades rurales de Michoacán que incrementa su natural atractivo turístico durante el Día de Muertos.

Es uno de los pueblos de Michoacán en donde tal festividad se efectúa con mayor fervor. Cada tumba luce una vasta ofrenda con frutas, flores, panes y cirios. El ambiente se llena de bandas de música que llegan a cantarles las “mañanitas” a los difuntos de Tzurumutaro.