El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Practica el ecoturismo en Pueblos de Mexico

Nota sobre Practica el ecoturismo en Pueblos de Mexico

Se toma conciencia de la infinitud, la interconexión y la hermosura de la naturaleza del mundo en el que vivimos, gracias al ecoturismo.

Se trata de un acercamiento turístico a los entornos silvestres, que paulatinamente va cobrando mayor popularidad. Mucho de ello se debe al desarrollo de los medio de las opciones de transporte y de la comunicación virtual, puesto que gracias a ellos, el público puede tomar conocimiento de los lugares más remotos y fascinantes del globo. Se sabe que el turismo es una de las industrias más relevantes del mundo y dentro de este giro, el turismo dedicado a los entornos silvestres es sin duda alguna, el que crece con mayor celeridad.

Tal valoración creciente de las vivencias con la naturaleza ha forjado una novedosa ética de las vacaciones y de los viajes, a la cual se ha denominado como ecoturismo.

Este término se ha hecho habitual en el medio de la preservación de los ecosistemas y de las planificaciones vacacionales, sin embargo, no siempre se comprende de bien a bien su significado. En primera instancia, el ecoturismo se relaciona con viajes responsables en términos ambientales, realizados en espacios silvestres, con el objetivo de gozar y observar la naturaleza, así como también cualquier vestigio natural que en el exista, tanto antiguo, como moderno.

Pero además, el ecoturismo también implica promover la naturaleza, en especial, en las facetas relacionadas con la conservación, el respeto de los sitios que se visitan, y la activa participación de los habitantes de tales lugares, en términos socio-económicos.

De tal suerte que, el ecoturismo se diferencia del turismo de naturaleza como tal, por el énfasis que se le da a la educación, la preservación y la responsabilidad que tienen los viajeros, así como también, en la manera en la que los lugareños pueden coadyuvar a que este giro pueda ser mantenido.

Algunas recomendaciones para practicar el ecoturismo son las siguientes: hay que contemplarlo como una práctica de individuos conscientes y con educación, deseosos de acrecentar sus experiencias acerca del medio ambiente y las formas de conservarlo; el ecoturismo coadyuvar al desarrollo de modelos de desarrollo comunitario, que sea económicamente benéfico, abierto y viable para todos; se debe fomentar las prácticas menos agresivas y explotadoras del medio ambiente, con relación a otras vías en las que se desarrolla el turismo y finalmente, se debe procurar en todo momento, minimizar los posibles daños que se ocasionen en los sitios que se visiten.