El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Pox, bebida maya: alegría y salud para el corazón

Nota sobre Pox, bebida maya: alegría y salud para el corazón

Para quienes habitamos el mundo moderno, caracterizado por la inmediatez propiciada por la tecnología y la transparencia comunicativa de los medios masivos, como la televisión o la Internet, nos puede parecer muy ajena, la manera de comprender el mundo de los antiguos mayas, para quienes todo estaba lleno de profundos sentidos y mensajes de la divinidad.

Por ejemplo, para esta cultura del México Antiguo, tomar los alimentos cotidianos no era algo simplemente natural y rutinario, sino, más bien, todo un ritual sagrado en donde uno se ponía en contacto con oscuras fuerzas que le daban sentido al universo entero.

Para los mayas prehispánicos los alimentos y bebidas que consumían, tenían una fuerte carga simbólica, especialmente si se les utilizaba en el marco de sus ceremonias sagradas.

Justo ese es el caso del Pox y de otras bebidas tradicionales mayas, como comentaremos en lo que sigue.

Pero antes de mencionar detalles esenciales acerca del Pox, es preciso ofrecer un panorama general acerca de las bebidas sagradas de los mayas.

Por ejemplo, ellos tenían dos bebidas sagradas principales, el balché y el saká. La primera era la que más se utilizaba. Ambas eran altamente valoradas por simbolizar la pureza y lo natural. El balché se preparaba con la corteza de cierto árbol mezclada con agua pura y el saká, con maíz y agua. Tanto el árbol en cuestión, como el maíz, eran considerados como elementos divinos para los mayas: el árbol simbolizaba la vida y la juventud eterna, mientras que el maíz representaba la fertilidad.

En este marco de referencias a la trascendencia y los arquetipos más relevantes para la vida, aparece la bebida maya denominada como Pox.

 Se trata de un aguardiente preparado con caña de azúcar. Es una de las bebidas más significativas para los mayas contemporáneos, puesto que tiene raíces ceremoniales.

En los idiomas tseltal y el tzotzil, la palabra pox refiere a curación, o medicina.

Es importante saber que poxtaiwanej significa médico y poxna es farmacia. Los mayas de hoy, descendientes  de los famosos mayas prehispánicos, usan el Pox en sus rituales y oraciones de curación. Por ello, esta palabra alude en nuestros días, tanto a bebida alcohólica como a medicamento. En última instancia, de las dos maneras se comprende que beber Pox cura y alegra al corazón. Finalmente, no hay que olvidar que el Pox también se usa como símbolo de acuerdo entre comunidades, ya que al final de una oración compartida entre distintas familias indígenas, todos beben un sorbo de Pox, a manera de acuerdo o señal de comunión.