Pátzcuaro tiene un encanto sin igual; por algo, los antiguos habitantes de Michoacán, en tiempos de los reyes purépechas, lo eligieron para ser lugar de recreo de la nobleza indÃgena, y a su vez, lugar de adoración en sus "cues" (templos); decÃan que ahà estaba la puerta del cielo por donde descendÃan y subÃan los dioses, por tanto, era la entrada al paraÃso, y no estaban lejos de la realidad, porque la ciudad y sus alrededores son sitios apacibles y hermosos.
En 1540, Don Vasco de Quiroga trasladó de Tzintzuntzan a Pátzcuaro el Obispado de Michoacán, otorgándole a la ciudad la categorÃa de capital de Michoacán. Este Pueblo Mágico es una verdadera joya de la arquitectura colonial donde se pueden apreciar monumentos religiosos de estilo barroco y neoclásico en excelente estado de conservación. Edificios de adobe y teja le dan un singular aspecto, en armonÃa con plazas y fuentes. El trato siempre amable de su gente se conjuga en una atmósfera de encanto que invita a volver una y otra vez.
En Pátzcuaro Pueblo Mágico, los edificios y las construcciones conservan su esencia colonial, como si apenas hubieran sido levantados ayer. Su visita tiene la magia y la lucidez de la historia y la cultura. Por su privilegiada localización geográfica en el interior de una cuenca, Pátzcuaro sobresale de entre todas las comunidades michoacanas. Viajar a Pátzcuaro es una garantÃa de emociones, diversión y valiosos descubrimientos.
De entrada, se recomienda conocer el Antiguo Colegio de San Nicolás Obispo, fundado por el célebre Vasco de Quiroga en 1540. Exhibe una portada ochavada y un patio interior sumamente admirables. Destaca la alineación de arcos y columnas que este patio presenta, encaminada a la entrada y el vestÃbulo. Este edificio es la sede actual del Museo de Artes Populares.
El Antiguo Convento de Santa Catarina, también conocido como "La Casa de los Once Patios", es una construcción dominica que preserva solo cinco de sus patios originales y sobresale por su sobria proyección arquitectónica de aleros de teja y sencillas arquerÃas.
El Templo del Sagrario, edificado en honor de la Virgen de la Salud, es una construcción barroca que sirvió como el convento donde moraban las monjas de Santa Catarina. No hay que perderse la Capilla "El Humilladero", que preserva una cruz pétrea que fuera colocada por un grupo de misioneros en 1553. Luce una fachada plateresca engalanada con una espadaña con diminutas campanas.
Otros atractivos destacados de Pátzcuaro son el Museo de Artes e Industrias Populares, con su colección de objetos elaborados por los indÃgenas purépechas, con maderas y textiles; Santa Fé de la Laguna, con el cerro El Zirate, paraje de mayor altura en Michoacán, ideal para el excursionismo; y el Lago de Zihuarén, en donde se pesca el célebre pescado blanco michoacano.
Esta región cuenta con dos zonas arqueológicas: Ihuatzio y Tzintzuntzan, que fueron sedes del poder polÃtico del estado tarasco o purépecha. Sus grandes espacios abiertos hacen pensar a los historiadores que sirvieron para congregar a importantes núcleos poblacionales antes de la llegada de los españoles.
En cuanto al atractivo ecoturÃstico de Pátzcuaro, sus lagos, bosques y montañas brindan la posibilidad de practicar diversas actividades de turismo de aventura. Por supuesto, en este pueblo se encuentra el emblemático Lago de Pátzcuaro, a unos cuatro kilómetros del centro, donde se encuentran los embarcaderos para salir a pasear en lancha por sus apacibles aguas. Las excursiones por este cuerpo de agua suelen tener por destino sus islas: Janitzio, La Pacanda, Tecuena y Yunuén.
Entre las fiestas destacan la del Señor del Rescate de Tzintzuntzan, Semana Santa y la Noche de Muertos, espectacular ceremonia indÃgena de reconocimiento internacional, que se realiza los dÃas 1 y 2 de noviembre, cuando se depositan ofrendas a los difuntos en el panteón municipal.
La cocina michoacana es muy variada y exquisita. En Pátzcuaro es posible saborear recetas prehispánicas como los tamales tarascos, que llevan pescado blanco, los uchepos, elaborados con ceniza, los de barbacoa y las corundas, tringulares y rellenos con frijoles, carne de cerdo y crema. Con el mencionado pescado blanco y charales se elabora la sopa tarasca, muy emblemática del lugar, asà como la "olla podrida", herencia de la cocina española. También es tÃpico de la gastronomÃa local el consumo de tamales de zarzamora, acompañados de atole de masa de maÃz o de una taza de chocolate caliente.
La producción artesanal de Pátzcuaro consiste en trabajos de madera, hierro forjado, cobre, hojalata, alfarerÃa y textiles, además de la fabricación de muebles coloniales de madera, textiles, productos de corcho, mantas, artesanÃas de madera como bateas, máscaras y juguetes; alhajeros, herrerÃa, joyerÃa artÃstica, figuras religiosas y papel picado, que se encuentran tanto en las tiendas del Palacio de Huitziméngari y la Casa de los Once Patios como en los puestos del centro y en las islas del lago.
Pátzcuaro cuenta con una amplia oferta hotelera para todos los bolsillos. Uno de sus principales hoteles es la Casa de la Real Aduana, una señorial casona del siglo XVI declarada monumento histórico. Otra excelente opción para quedarse a seguir disfrutando de las bellezas y eventos culturales del Pueblo Mágico es el Portón del Cielo, uno de los sitios más románticos para hospedarse. Por último, el Eco Hotel Ixhi se integra perfectamente con la naturaleza al tiempo que ofrece una cómoda estancia a sus huéspedes.
Turismo Municipal
Portal Hidalgo 1, Centro, Pátzcuaro, Michoacán
Teléfono: 01(434) 344 3486
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