El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Museo Nacional del Virreinato, un recinto con gran belleza

Nota sobre Museo Nacional del Virreinato, un recinto con gran belleza

Vamos a comentar acerca de un museo muy interesante que se encuentra en las afueras de la Ciudad de México.

Se trata del Museo Nacional del Virreinato, el cual incluye una vasta colección de obras de arte colonial de las más importantes de México. El museo se encuentra instalado en una hermosa iglesia barroca y un magnifico ex colegio jesuita edificado en los siglos XVII y XVIII. El templo, los edificios conventuales y un gran recinto con jardines y patios, referentes del pueblo de Tepotzotlán,  se encontraban casi concluidos cuando en 1767 aconteció la expulsión de los jesuitas de lo que en aquel entonces era la Nueva España.

Luego de una meticulosa restauración, todo lo anterior se abrió al público a manera de museo, en 1964.

  Gestionado por el INAH, con el paso del tiempo se convirtió en el segundo museo nacional de mayor relevancia, solo después del Museo de Antropología de Chapultepec.  Los fondos del Museo Nacional del Virreinato incluyen piezas conservadas en situ así como también objetos provenientes de otras partes de México.

Uno de los espacios de mayor belleza en este museo de Tepotzotlán es el Claustro de los Naranjos, una fuente noble y llena de gracia que se encuentra en el centro mismo del claustro.

Lo más significativo de la colección, se ubica en la entrada del antiguo colegio jesuita. En cambio, la planta alta nos presenta obras de los gremios artesanales, talleres coventales y órdenes religiosas de mujeres.  En lo que toca a la planta baja allí se encuentran las cocinas, varias esculturas de piedra, la tienda del museo y un espacio para exposiciones temporales.

No hay que perderse las estatuas de marfil, muchos de los cuales nos presentan figuras de Cristo y la Virgen con rasgos faciales asiáticos, casi seguramente por haber sido talladas tales figuras en las islas Filipinas.

Igual de interesante es la capilla Domestica.

Era un apartado del entonces Colegio Jesuita reservado para los novicios. La profusa decoración que cuenta con estatuillas, pinturas, espejos, relicarios y policromados estucos, tenía como objetivo propiciar un ambiente de recogimiento entre los novicios en el tiempo del culto.

En el Museo Nacional del Virreinato también resultan de indispensable contemplación: la iglesia de San Francisco Javier, cuyo interior rebosa de motivos ornamentales, la sacristía, en cuya entrada se levanta una hermosa pila barroca trabajada en piedra caliza y pinturas del gran Miguel Cabrera, el Relicario de San Pedro y San Pablo, creado en las postrimerías del siglo XVI.

Destacado museo del Estado de México y uno de los atractivos más interesantes para visitar el fin de semana, el Museo Nacional del Virreinato se encuentra en Plaza Hidalgo, en el Pueblo Mágico de Tepotzotlán.

El horario que maneja el Museo Nacional del Virreinato es de martes a domingo de las 9 de la mañana a las 6 de la tarde.