El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur

Nota sobre Laguna Ojo de Liebre, Baja California Sur

La laguna Ojo de Liebre, anteriormente conocida como la laguna de Scammon, es una albufera costera situada en el municipio de Mulegé, cerca de la ciudad de Guerrero Negro, en el noroeste del estado mexicano de Baja California Sur. Frente al océano Pacífico, esta laguna es una parte integral de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, que forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Además de su relevancia ecológica, la laguna alberga una importante planta comercial de sal.

La laguna Ojo de Liebre es un tesoro natural de Baja California Sur, que combina la belleza escénica con la rica biodiversidad y la oportunidad de observar de cerca a las ballenas grises. A pesar de los desafíos de la industrialización, sigue siendo un refugio vital para numerosas especies y un destino turístico de primer nivel. Visitar la laguna Ojo de Liebre no solo permite a los visitantes conectar con la naturaleza, sino también aprender sobre la importancia de la conservación de estos ecosistemas únicos y bellos. 

Un Refugio para la Vida Silvestre

La laguna Ojo de Liebre es reconocida por ser un hábitat crucial para la reproducción e invernación de la ballena gris y la foca de puerto. También alberga otros mamíferos marinos como el león marino de California, el elefante marino del norte y la ballena azul. Este ecosistema es vital para cuatro especies de tortugas marinas en peligro de extinción que encuentran en la laguna un lugar seguro para reproducirse. Además, es un refugio esencial para las aves acuáticas durante el invierno, lo que resalta su importancia como área de conservación.

Características Físicas de la Laguna

La laguna Ojo de Liebre es un cuerpo de agua salino grande y poco profundo, que se extiende a lo largo de 48 kilómetros de longitud, 9 kilómetros de ancho y entre 5 y 12 metros de profundidad. Canales relativamente profundos cortan a través de la laguna, creando grandes pisos mareales. El clima de la región es seco y cálido, con temperaturas anuales que oscilan entre los 18 °C y 22 °C. La precipitación anual varía de 0 a 200 mm, reflejando las condiciones áridas del entorno.

Rodeada de dunas costeras de 12 a 15 metros de altura, la laguna sostiene una comunidad inestable de vegetación y playas de arena, algunas de ellas con bancos de arena. Estas características geográficas crean un paisaje único y hermoso, que atrae a numerosos visitantes cada año.

Impacto de la Industrialización

Aunque la laguna es un paraíso natural, la industrialización ha dejado su huella en la zona. Se han construido estanques rectangulares de evaporación para la recolección de sal, salinas grandes y canales que encierran e inundan piscinas poco profundas de salmuera. Estos cambios, aunque necesarios para la economía local, presentan desafíos para la conservación del hábitat natural.

Avistamiento de la Ballena Gris

Uno de los mayores atractivos de la laguna Ojo de Liebre es el avistamiento de la ballena gris. Las lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio, ubicadas al norte del estado en el municipio de Mulegé, son puntos clave para observar a estas majestuosas criaturas. La laguna Ojo de Liebre está a solo 20 minutos de la localidad de Guerrero Negro, mientras que San Ignacio se encuentra a cuatro horas de distancia.

Además, las poblaciones de Puerto San Carlos y Puerto Adolfo López Mateos, en las costas de Bahía Magdalena en el municipio de Comondú, también son excelentes lugares para avistar ballenas grises. Estas áreas son de fácil acceso desde ciudades como La Paz, Los Cabos y Loreto, desde donde parten numerosas excursiones turísticas.

Una Experiencia Inolvidable

Visitar cualquiera de estas zonas para ver saltar y jugar a las ballenas, a menudo acompañadas por delfines, ofrece una experiencia inolvidable. Los prestadores de servicios turísticos organizan paseos en lanchas con capacidad para 8 o 15 personas, y están debidamente autorizados para garantizar la seguridad de los visitantes y la protección de los recursos naturales. Además, proporcionan información detallada para enriquecer la experiencia de los turistas. Durante las excursiones, el uso de chalecos salvavidas es obligatorio, asegurando así la seguridad de todos los participantes.

Diversas agencias turísticas en Baja California Sur ofrecen excursiones que incluyen guía, transporte terrestre, paseo en lancha y comidas típicas de los puertos locales. Incluso las líneas aéreas que vuelan a La Paz, Los Cabos y Loreto incluyen en sus paquetes esta actividad, haciendo que sea accesible para toda la familia y amigos.

Conexión y Conservación

La importancia de la laguna Ojo de Liebre trasciende su valor como destino turístico. Este santuario natural destaca la necesidad de equilibrar el desarrollo industrial con la conservación del medio ambiente. La presencia de diversas especies en peligro de extinción y la riqueza de su biodiversidad subrayan la urgencia de proteger y preservar estos hábitats únicos.

Además, la experiencia de observar a la ballena gris y otras especies marinas en su entorno natural fomenta una mayor conciencia ambiental entre los visitantes. Las excursiones guiadas no solo brindan una aventura emocionante, sino que también educan sobre la importancia de respetar y cuidar estos ecosistemas frágiles.

La laguna Ojo de Liebre, con su combinación de belleza natural y relevancia ecológica, es un recordatorio de la riqueza natural de Baja California Sur y la responsabilidad compartida de protegerla para las futuras generaciones. Visitar este lugar es una oportunidad para conectarse con la naturaleza y contribuir a su conservación.