El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

La icónica de Calle Madero

Nota sobre La icónica de Calle Madero

Se trata de una de las calles con más antigüedad y prestigio de la capital mexicana.

Hoy por hoy se ha transformado en una zona comercial y de paso público de primer orden en la Ciudad de México. Pocos podrán discutir que la Calle de Madero es un auténtico escaparate de la historia nacional y una vía pública enriquecida por muchas de las construcciones más representativas de la capital mexicana.

Esta calle recibió el nombre de Madero en la segunda parte del siglo xx, como un homenaje a Francisco I Madero uno de los iniciadores de la Revolución Mexicana y presidente de la nación durante un breve tiempo.

De manera previa, esta calle había tenido otros nombres, por ejemplo, Calle de Plateros.

Desde los tiempos virreinales esta vía pública tuvo un rol destacado en la dinámica cotidiana de la capital de la Nueva España.

Conectaba a dos plazas públicas de gran relevancia: la actual Plaza de la Constitución y la Alameda Central. Por ello, en la actual Calle de Madero fueron levantadas varias construcciones de primer orden, como el bello Templo de la Profesa, la Casa del Marqués de Jaral de Berrio, la Casa de los Azulejos, actualmente una de las tiendas Sanborns más populares y el hermoso Convento de San Francisco de Asís.

En nuestros días la Calle de Madero luce otros edificios notables: ese es el caso del Edificio de la Esmeralda, sede del Museo del Estanquillo, el edificio La Mexicana, con su inconfundible reloj y sede de la tienda Zara, o el precioso edificio ubicado en la esquina de Madero con Gante, una construcción importante por tratarse de uno de los primeros edificios construidos con acero en México.

Fue en los tiempos del Porfiriato cuando la Calle Madero obtuvo un ambiente elegante y cosmopolita.

De hecho, esta vía pública es mencionada en uno de los más bellos poemas de Manuel Gutiérrez Nájera. En el siglo xx, la Calle de Madero aumento su atractivo con el Edificio Guardiola, destacada muestra del Art Déco nacional y la emblemática torre latinoamericana, que en su momento fue considerado como el rascacielos más elevado de Latinoamérica.

En la actualidad, la Calle de Madero sigue siendo una de las más transitadas y admiradas de la Ciudad de México.

Tiene un enorme dinamismo comercial y cuenta con lugares culturales imperdibles para todos los visitantes, como el Museo Mexicano de Diseño. La popularidad de la Calle Madero se incrementó en el año 2009, cuando se hizo en exclusiva para los peatones. De manera que, por su valiosa historia, notable valor histórico y febril actividad comercial, la Calle de Madero es una de las más disfrutables de México y el mundo.

No te la pierdas en cada oportunidad que tengas de vacacionar en la ciudad más grande del mundo, la capital mexicana.

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