El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Historia de San Miguel de Allende

Nota sobre Historia de San Miguel de Allende

Conocer un destino turístico novedoso nos asombra, pero visitar sus lugares más representativos, teniendo referencias de sus eventos históricos mas determinantes, duplica el disfrute de tal actividad.

Así entonces, San Miguel Allende, en el estado de Guanajuato, es un destino colmado de tesoros arquitectónicos, culturales y naturales que, no obstante, al visitarlo teniendo conciencia de su vasto caudal de referencias históricas, se goza de mejor manera. Veamos cuales son algunos datos esenciales de la historia de San Miguel Allende.

San Miguel el Grande, tal y como lo nombraron originalmente, debe su fundación, acontecida en 1542, a un monje franciscano.

En tiempos anteriores, no era más que una parada relevante en la ruta de la plata del estado de Zacatecas. Una vez que comenzaron las gestas de independencia, en la cercana comunidad de Dolores -la actual Dolores Hidalgo-, con el famoso evento del Grito, el 16 de septiembre de 1810, numerosas huestes del ejército llegaron a San Miguel el Grande. Del mismo modo, en esta comunidad se le unió al Cura Hidalgo, el aguerrido General Ignacio Allende, uno de los héroes de la Independencia de México. En honor a este personaje, se renombró al pueblo como San Miguel de Allende en 1826.

Y posteriormente, conforme la abundancia minera se reducía paulatinamente, San Miguel se mantenía como un sitio muy agradable para vivir.

Mucha gente acaudalada acudía a San Miguel de Allende para disfrutar de sus deliciosas aguas termales. No obstante hubo momentos muy complicados en la historia de esta comunidad guanajuatense. El pueblo casi desaparece en 1900. Afortunadamente en 1926 el centro histórico fue declarado como monumento nacional y luego de la Segunda Guerra Mundial comenzó a cobrar fama San Miguel, por su atractivo turístico. No hay que olvidar que su clima templado, sus hermosos ejemplos de arquitectura colonial, sus comercios, hoteles y restaurantes encantadores, hacen irresistible a este destino guanajuatense.

Como hemos observado, San Miguel de Allende ha sido testigo y escenario de importantes episodios en los anales de Guanajuato y en general, de todo El Bajío.

Es una tierra, cuya admirable estampa, de cara al turismo nacional y extranjero, se fundamenta en valerosos empeños y heroicas acciones. Recomendamos mucho conocer algunos datos acerca de la historia de esta ciudad guanajuatense, antes de pasar una temporada en ella, para así comprender de manera más profunda lo valioso de sus edificios más importantes, monumentos, callejones y otros lugares mágicos.