Es sorprendente constatar que, a sólo media hora de la capital morelense, se localiza este verdadero paraÃso, tan oculto como cautivador. En el siglo XVI, este complejo era un monasterio de los franciscanos; en cambio, hoy en dÃa, es un hotel de lujo, pensado especialmente para ser disfrutado con la pareja durante un mágico fin de semana. La Hacienda de San Gabriel de las Palmas abarca 25 hectáreas, en las cuales se levantan diversas construcciones coloniales, en un entorno de albercas y parques. En el edificio principal de esta hacienda se ubican las habitaciones, mismas que sobresalen por su elegancia y vistosa ornamentación.
La capilla es uno de los lugares indispensables de conocer en la Hacienda de San Gabriel; otro de ellos es el salón principal, mismo que es usado a manera de museo abierto, para el disfrute del público que se aloja en este lugar y también para los visitantes. En este recinto museÃstico también se exponen piezas prehispánicas, mobiliario y pinturas de los siglos XIX y XX.
Para los interesados en la ecologÃa, será interesante saber que la Hacienda de San Gabriel de las Palmas tiene un gran vivero e incluso una hortaliza orgánica. En esta última son cultivados los alimentos que se cocinan en el restaurante de la hacienda. Vale la pena ahondar en el servicio que allà se presta: el menú de este restaurante incluye creaciones fusión entre la gastronomÃa que se cultiva en las comunidades vecinas y la mejor cocina internacional.
Para redondear una estancia vacacional en esta magnÃfica hacienda, hay que solicitar un tratamiento enfocado a la relajación en el spa del lugar. Allà se tienen varias alternativas de tratamientos, por ejemplo, piedras calientes, temazcal y shiatsu.
Al caer el sol, se tiene la oportunidad de aprovechar cualquiera de los tres bares o la cava de la hacienda, misma que data del siglo XVI y que cuenta con más de mil 500 botellas y 150 etiquetas.
San Gabriel de Las Palmas es una hacienda que se localiza a 30 kilómetros de la ciudad de Cuernavaca, capital del estado de Morelos. Desde este último punto, hasta la hacienda, se hace un recorrido de 35 minutos.
El mismo Hernán Cortés mandó construir en 1529, el convento franciscano que a la postre se convertirÃa en la Hacienda de San Gabriel. Para ello, se utilizó el procedimiento tÃpico de la arquitectura española de edificar en bóvedas de medio cañón y muros en semicÃrculo. Luego, en 1558, los misioneros franciscanos se retiraron del convento, fue entonces cuando San Gabriel comenzó sus avatares como hacienda azucarera. Posteriormente, durante la Independencia de México, fue utilizada por relevantes héroes de la nación, como AgustÃn de Iturbide y Vicente Guerrero. Otro detalle significativo, acerca de la Hacienda de San Gabriel de Las Palmas, es que, en la época revolucionaria, sirvió de cuartel del famoso caudillo Emiliano Zapata.
Otra anécdota fascinante acerca de este lugar es la siguiente: existe una presencia fantasmal que se pasea cada noche por los lugares más solitarios de la Hacienda de San Gabriel de Las Palmas. Los lugareños lo llaman ’El CatrÃn’, y se piensa que es un espÃritu decidido a proteger una fortuna que se halla enterrada; hasta la fecha, en algún lugar de esta misteriosa hacienda.
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