La casa que vio nacer y morir a Frida Kahlo. La casa pintada de añil intenso. El jardÃn donde paseó, la cocina de cerámica, el estudio soleado, la cama y su espejo.
Casi parece obsceno deambular por la casa y curiosear. Sus muebles, sus libros con anotaciones, sus objetos cotidianos, la colección de mariposas, pero también sus corsés y prótesis, reflejos de una vida marcada por el dolor. Un profundo contraste con la vitalidad del espacio. Una casa pensada para vivir, invitar, compartir, trabajar. Pero la casa no sólo es de Frida Kahlo. Diego Rivera está presente en el jardÃn, en los mosaicos, en el estudio.
La Casa Azul alberga algunas de las obras más conocidas de Frida Kahlo como Viva la vida, asà como colecciones de arte popular que tanto amaban ambos, y parte de la colección de piezas prehispánicas de Diego.
Tras visitar la casa, sal al jardÃn, con un paisajismo contundentemente mexicano, puesto que fue Frida quien reivindicó desde su vestimenta el valor de la identidad propia, la dignificación de lo indÃgena. En la interesante tienda hay objetos de arte popular inspirados en la creadora más famosa de México, un Ãcono de la modernidad.
Tu entrada te permite ir al Museo Anahuacalli, que alberga la enorme colección de objetos prehispánicos que amasó Diego Rivera. Si no tienes transporte, considera tomar el Fridabus entre los dos museos.
El sitio ofrece tours guiados y actividades para niños.
Londres #247, Col. Coyoacán. 04000