El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Experimenta una vivencia enigmática en la Ruta Zona del Silencio

Nota sobre Experimenta una vivencia enigmática en la Ruta Zona del Silencio

Llevar a cabo el recorrido por la Zona del Silencio es una vivencia enigmática y difícil de resistir para los viajeros con mayor sentido aventurero.

Los puntos principales de la zona del silencio se localizan en los límites de Coahuila, Chihuahua y Durango, en el mismo paralelo geográfico que se ubican el Tibet, los templos egipcios de Luxor y el Triángulo de las Bermudas. Curiosamente en varias zonas de estos lugares las ondas de radio no pueden ser transmitidas, las brújulas comienzan a funcionar mal y las baterías se descargan, por la presencia de campos magnéticos. Además, la Zona del Silencio es un espacio donde frecuentemente caen meteoritos desde el espacio sideral.

Un aspecto a tomar en cuenta es que la Ruta de la Zona del Silencio, debe ser tomada con el auxilio de guías profesionales, con vasta experiencia en ofrecer este recorrido de manera segura y agradable.

También es importante reservar con el tiempo suficiente esta ruta, por el hecho de que mucha gente lo solicita, por lo atractivo que resulta.

El recorrido da inicio en la ciudad de Torreón Coahuila.

Se puede llegar a este sitio en avión y posteriormente tomar la carretera 49 Gómez Palacio-Chihuahua. Tras haber avanzado unos 50 kilómetros se localizará el pueblo de Bermejillo, y 90 kilómetros después, se llega a la comunidad de Ceballos, en Durango. A este último sitio se le conoce como "la ventana a la Zona del Silencio" y 50 kilómetros después se ubica la impresionante Reserva de la Biósfera de Mapimí.

Esta reserva es un ecosistema de tipo desértico que abarca unas 103 mil hectáreas y está calificada por parte de la UNESCO, como Patrimonio Natural de la Humanidad.

La localización exacta de esta Reserva de la Biósfera es una cuenca de lagunas antiguas, y algunas de sus atracciones más representativas son el Puente Colgante, mismo que se levanta sobre una elevada barranca, y el Socavon de la Antigua Mina de Santa Rita. Para explorar este último sitio, se recomienda contratar un paseo guiado.

Al transitar por la zona, se puede contemplar la flora particular de la región: cactus de diversos tipos, nopales violetas y nopales rojos; además, por lo que se refiere a la fauna, cabe mencionar que los reptiles de este desierto mexicano, incluyendo sus tortugas, son únicos en el planeta, en parte por la gran radiación solar del hábitat donde habitan.

Los ojos de estos animales se muestran alterados y sus caparazones muestran extrañas escamas hexagonales en lugar de las más habituales escamas octagonales.

Es habitual hallar conchas fosilizadas en el mar, muchas de ellas de la era cenozoica, así como también, puntas de flechas de antiguas comunidades indígenas.

Un consejo para quienes tomen la Ruta de la Zona del Silencio, es que no se lleven estas piezas arqueológicas, sino que procuren respetar el entorno, sin dañar tampoco a las plantas y animales que viven en esta zona.

Cuando caiga la tarde, se tiene la opción de quedarse en el albergue del laboratorio de la Reserva- para lo cual se requiere de una reservación- o bien, acampar y por la noche admirar las constelaciones estelares, estrellas fugaces e incluso algunos satélites artificiales que orbitan el planeta.

Tal vivencia es aún más disfrutable si se lleva un telescopio.

Te aconsejamos realizar un recorrido por la Zona del Silencio, antes o posteriormente al periodo de lluvias, puesto que, si los aguaceros se prolongan en demasía, puede ser complicado dejar el lugar, a veces hasta por varios días.

De la misma manera es mejor no exponerse a los riesgos de una tormenta eléctrica en esta región: no hay que olvidar que estamos en uno de los cuatro lugares con mayor magnetismo en todo el planeta.

Un eficiente recurso para llevar a cabo la Ruta de la Zona del Silencio, nos lo ofrece el INEGI, con mapas del sitio que son una excelente herramienta para conocer de mejor manera la zona a lo largo del paseo.

Como ya lo habíamos recomendado previamente hay que reservar con el tiempo necesario el recorrido por la zona del silencio y acudir al paseo llevando gorra o sombrero, ropa ligera, protector contra el sol, botas, binoculares, bolsa para dormir y un repelente de insectos.