El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Estado de México, árboles llenos de Mariposas Monarca

Nota sobre Estado de México, árboles llenos de Mariposas Monarca

La Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca es un sitio nombrado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y uno de los destinos más importantes de ecoturismo en México.

Se encuentra 95 kilómetros al noroeste de la ciudad de México, y se extiende sobre los límites de Michoacán y el Estado de México, en los altiplanos del centro-occidente de México.

Cada año, este sitio es sede de un espectáculo natural fascinante: la migración de la mariposa monarca, un fenómeno exclusivo de esta especie, la cual puede identificarse por su color naranja, negro y blanco.

Las monarcas dependen del algodoncillo para su supervivencia, y las orugas se alimentan exclusivamente de esta planta. Después de la migración anual a México, las mariposas hembras adultas regresan a las áreas donde crece el algodoncillo para poner los huevos. Durante el invierno, las amantes de la naturaleza provenientes de México y de todo el mundo visitan la región para tomar un tour por la reserva.

Todos los años, las nuevas generaciones de mariposas monarca regresan a la Reserva de la Biósfera Mariposa Monarca y habitan las mismas áreas forestales de la reserva que habitaron las generaciones anteriores.

El periodo de vida de la mariposa monarca migrante excede por mucho el de la mariposa monarca que nace durante los meses de verano debido al hecho que la mariposa migrante pasa la mayor parte de su vida en un estado no reproductivo, lo cual le permite realizar el largo viaje hacia el sur para pasar el invierno.

Curiosamente, las mariposas monarca son las únicas especies de mariposa que realizan la migración anual del este de Canadá a México, y la habilidad de las nuevas generaciones de mariposas para regresar precisamente a la misma ubicación de sus antecesores año tras año continúa siendo un misterio.

Los científicos que estudian la migración de la mariposa monarca creen que sus patrones de vuelo son hereditarios, lo cual explicaría su capacidad de encontrar el camino de regreso a las áreas forestales cada año.

Cerro Pellón es una de las áreas más nuevas de la reserva que está abierta al público, y una de las menos visitadas.

Se encuentra en el Estado de México, y puede accederse a través de Macheros y El Capulín. Hay un sitio para acampar en la cercanía pera servir a los visitantes que desean pasar la noche aquí.

Piedra Herrada, en el Estado de México, implica otra empinada caminata para observar a las mariposas.

Una visita a este lugar es única debido a que frecuentemente encontrarás enjambres de mariposas antes de llegar al santuario. Todos los días, alrededor de mediodía, millones de mariposas se enfilan montaña abajo a largo del camino en su paso a un río cercano que les sirve de abrevadero. Éstas vuelan contra el flujo del tránsito que se dirige a la reserva, ofreciendo a los visitantes el primer vistazo del este maravilloso espectáculo y obliga a los automovilistas a aminorar la marcha al mínimo.

Estar de pie en los bosques de la reserva mientras millones de mariposas de color naranja y negras revolotean en lo alto es una experiencia mágica, y es común que las mariposas que posen sobre los visitantes.

Mientras visitas la reserva, tal vez desees detenerte en alguno de los pueblos y villas de los alrededores. El Pueblo Mágico de Valle de Bravo se encuentra a unos kilómetros del santuario Piedra Herrada, y es una visita agradable a lo largo de la ruta ya sea durante la ida o el regreso de la reserva.

Como es de esperarse, una de las primeras cosas que notarás al llegar a cualquiera de los santuarios son los estantes de los comerciantes a lo largo del camino a la entrada.

Sin embargo, a medida que te acercas, los comerciantes empiezan a esparcirse y el camino se abre a la vista. Todos los visitantes que emprenden la caminata hacia los puntos de observación en lo alto del cerro deben ir acompañados de un guía local capacitado, y la cuota del guía local se incluye en el costo de admisión a la reserva.