El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

El hermoso convento de la Inmaculada Concepción, Morelos

Nota sobre El hermoso convento de la Inmaculada Concepción, Morelos

En el oriente del estado de Morelos, en Zacualpan, se localiza este hermoso convento agustino, rebosante de detalles barrocos, así como también huertas, capillas de barrio, viejas casonas, vestigios de haciendas y uno de los tianguis más atractivos de todo  el territorio morelense.

Zacualpan es una comunidad de calles empedradas, y gigantescos árboles por doquier.

Varias de las casas que allí se levantan son modernas, pero la mayoría tienen mucho tiempo de integrar el paisaje de este típico poblado. En donde uno pose la mirada puede hallar balcones enrejados o bien muros cubiertos de enredaderas llenas de flores. Y además, si a este pintoresco paisaje le aunamos la delicada belleza de las capillas de barrio, obtenemos como resultado uno de los rincones más encantadores del centro de nuestro país.

Apacible, cálido, generoso en tradiciones, interesante por sus artesanías de barrio e irresistible por sus curiosidades,  Zacualpan atesora el admirable convento de la Inmaculada Concepción, valioso por su proyección estética del siglo XVI y la riqueza barroca que fue obteniendo con el paso de los años.

Qué visitar en el Convento de la Inmaculada Concepción

Los orígenes de este convento se remontan a 1535 y muchos lo atribuyen a fray Juan Cruzat, de tal modo que formó parte del grupo de los primeros conventos agustinos que se edificaron en el estado de Morelos.

Se concluyó su construcción hacia 1567, aunque en el siglo XVIII fue objeto de importantes modificaciones, principalmente concentradas en el templo y en el atrio.

La iglesia preserva su planta cuadrangular original, además, su fachada, tiene a la derecha la torre del campanario y a la derecha una capilla abierta.

En una tentativa por devolverle a este noble edificio su colorido original, se decidió pintar la fachada y los muros que la rodean de color rojizo. En los inicios del siglo anterior, se le agregó a la fachada un gran reloj. Ahora bien, la fachada del templo es sencilla pero no carente de elegancia y el interior de esta construcción, si bien ya no cuenta con sus ornamentos originales, del siglo XVI, ostenta decoraciones, más bien neoclásicas y de escaso valor artístico.

Caso contrario es el de las hermosas capillas que se localizan a los costados de la iglesia.

Una de ellas, la de la izquierda, es la admirable Capilla del Rosario, construida en el siglo XVIII y con una planta ovalada muy poco usual. Incluye dos retablos barrocos de enorme belleza, uno de ellos dedicado a la Virgen del Rosario y el otro a la Virgen de Guadalupe. En lo que se refiere a la capilla del lado derecho, esta se utiliza actualmente como baptisterio, conserva restos de pintura antigua en un altar y cuenta con una formidable pila bautismal, trabajada en una sola pieza.

Por lo que se refiere al claustro, este último preserva una vasta porción de su pintura mural original.

Destacan los retratos multicolores de importantes frailes agustinos y en la Sala de Profundis, una compleja pintura, que representa diferentes escenas de la vida cotidiana de los religiosos agustinos.

Finalmente en lo relacionado con el atrio, en sus esquinas se conservan dos capillas posas con una extraña planta triangular.

Detalles como los arcos invertidos, las elegantes curvas en los remates de las portadas de la banda atrial, además de las mencionadas capillas posas, señalan una gran carga barroca en todo el complejo arquitectónico de este convento. Cómo llegar al Convento de la Inmaculada Concepción

Para llegar a Zacualpan desde la Ciudad de México, hay que tomar la autopista de cuota México Cuernavaca; luego la desviación hacia Cocoyoc, Oaxtepec y Cuautla.

Posteriormente se pasa por la caseta de Tepoztlán y la de Oacalco hasta llegar a Cuautla. En la glorieta de Cuautla que tiene una estatua de Morelos, hay que dirigirse hasta Izucar de Matamoros hasta arribar al crucero con Amayuca, desde allí, es sencillo llegar hasta Zacualpan. Información relevante acerca del Convento

Desde la parte externa del complejo conventual, se aprecia la hermosura de la construcción, la cual destaca por sus notables detalles barrocos.

Además, los años no han acabado con la pintura mural que ornamentaba este lugar, uno de los primeros conventos que se construyeron en el estado de Morelos.

Se recomienda admirar el preciso trazo de las figuras en los retratos de los frailes agustinos que se atesoran en el interior del convento.

Actividades a realizar en las cercanías del Convento

Las hermosas calles de Zacualpan son el principal atractivo fuera del noble convento que les hemos comentado.

Es muy grato recorrerlas, por ejemplo, para contemplar las Capillas de Barrio, o bien, los vestigios de la Hacienda de Cuautepec. Si se visita Zacualpan en domingo, se podrá recorrer su tradicional tianguis, en donde aún se practica la antigua práctica del trueque. Además, Zacualpan cuenta con varios restaurantes y alternativas de hospedaje.