Se dice que el nombre original de Cuetzalan era Quetzalan, es decir, "lugar donde abundan los quetzales", aunque una acepción más cercana a las caracterÃsticas de este Pueblo Mágico del estado de Puebla es "manojo de plumas rojas con puntas azules preciosas sobre dos dientes", término asociado con el tributo que hacia el pueblo de Cuetzalan al imperio Tenochca.
En la ladera de la montaña, entre valles de fértiles terrazas, selvas de helechos gigantes donde habitan seres fantásticos, senderos que conducen a idÃlicas cascadas, grutas que se sumergen en el inframundo y pozas de un agua increÃblemente transparente, se alza el Pueblo Mágico de Cuetzalan, tierra mÃtica donde el hombre se transforma en pájaro y vuela. Muy cerca, en el sitio arqueológico de Yohualichan, queda el legado en piedra de los ancestros que danzaban con sus quetzales, sus negritos y sus enmascarados payasos.
Las calles de Cuetzalan gozan de un gran encanto provincial con sus casonas blancas y rojas, de gruesos muros y anchos aleros. Por sus banquetas empinadas se extiende, desde la gran plaza principal, el centenario tianguis dominical, sobreviviente de los antiguos dÃas de trueque, de comercio, y también de contacto entre comunidades. Café, bordados, flores, huaraches y alimentos en un ajetreo que sólo interrumpe el espectáculo sin igual de los voladores. Un momento verdaderamente mágico.
Además de maravillarse con la abundancia de su mercado, caminar por sus calles serpenteantes, conocer la hermosa Iglesia de los Jarritos y fotografiar los pintorescos rincones, los visitantes de Cuetzalan pueden disfrutar hermosos parajes naturales y explorar grutas, escalar cañadas y nadar en una poza de aguas cristalinas bajo una cascada, en plena selva. Además, resulta imperdible probar el aromático café y disfrutar del ambiente festivo casi permanente.
El recinto religioso más importante de Cuetzalan es la Parroquia de San Francisco, cuya estructura original proviene de comienzos del siglo XVII. El templo presenta una planta basilical, con un remate de artesonado de yeso en la nave central. A principios del siglo XIX se le agregó una torre reloj de estilo ecléctico. A un lado, destaca la Capilla de la PurÃsima Concepción, levantada en 1913.
Uno de los edificios más particulares en Cuetzalan es el Palacio Municipal, pues su diseño arquitectónico está inspirado en la BasÃlica de San Juan de Letrán en Roma, de estilo neoclásico rústico, cuya construcción comenzó en 1939 y culminó en 1941.
En el Museo Etnográfico Calmahuistic se exhiben una serie de objetos tÃpicos de los habitantes nahuas de la región, como sus trajes de uso cotidiano, artesanÃas y telares, asà como piezas arqueológicas del sitio de Yohualichan, además de fotografÃas y documentos. Por su parte, la antigua Casa de Máquinas alberga actualmente la Casa de Cultura, el Museo Local, la Biblioteca y el Archivo Municipal.
A pocos kilómetros de Cuetzalan quedan otras maravillas por descubrir, como la comunidad de San Andrés Tzicuilan en la que existen numerosas caÃdas de agua entre las que sobresalen Las Brisas, Las Hamacas y La Atapatahua, que forma una pequeña cascada y una laguna. En este sitio también se hallan otras cascadas conocidas como el Altepetl y El Salto.
Por su parte, la Zona arqueológica de Yohualichan constituye un eslabón importante en la historia prehispánica de Puebla, ya que fue habitado por grupos otomÃes y totonacas que probablemente fueron los mismos que edificaron la ciudad gemela de El TajÃn, en el estado de Veracruz.
Cerca de Cuetzalan se encuentran los lagos del Cuichatl, en los cuales es posible practicar la natación, y también un amplio sistema de cavernas, del que destaca la gruta del Chivostoc o del Amocuali, es decir, del Diablo, asà como la de Ampolihui.
Una de las tradiciones más conocidas de Cuetzalan es la llamada Danza de los Quetzales, representación local de la cosmogonÃa indÃgena y su vÃnculo con la vida de los colectores de plumas, actividad que era ofrecida a los dioses para que les fueran propicios. Otro rito importante es la Danza de los Voladores, de la que existen variantes en diversas áreas del Golfo de México donde radicaban las tribus totonacas y huastecas.
En Cuetzalan existe una amplia variedad de platillos que tienen su origen en la combinación de elementos españoles e indÃgenas. AsÃ, cualquiera que visita Cuetzalan podrá deleitarse con un buen plato de chipozonte (mole de olla), acamayas recién extraÃdas de los rÃos cercanos cocinadas al mojo de ajo, cecina ahumada con tlayoyos (hechos de masa de arverjón cocido, hojas de aguacate y chile verde) y sopa de hongos, acompañados con un vino de maracuyá o yolixpan (bebida de hierbas y aguardiente), asà como de un buen café y postres con una gran variedad de dulces tradicionales, el pan de rodeo o ricas semillas como la macadamia.
La producción artesanal de Cuetzalan consiste en textiles y prendas fabricados en telar de cintura, asà como trabajos en cesterÃa y talla en madera.
El hospedaje en Cuetzalan es muy variado, se puede encontrar para cualquier gusto y presupuesto: hay desde hoteles hasta posadas tradicionales y de conceptos ecológicos, como la Reserva Azul, un lugar completamente natural con instalaciones cómodas para el aprendizaje sobre el ecosistema, palafitos para un descanso reparador, cabañas de madera con vistas espectaculares, recorridos guiados, tirolesa, terrazas, senderos, zona para fogatas y una tranquila cafeterÃa para degustar su delicioso café orgánico.
Cuetzalan se ubica a 176 kilómetros de la Angelópolis, en el estado de Puebla, a cuyo aeropuerto llegan los aviones de Aeromar, AeroMéxico y Volaris; desde allÃ, pueden abordarse los autobuses de La VÃa, o en la Ciudad de México existen salidas directas al Pueblo Mágico. En automóvil, es necesario conducir por las Autopistas Federales 150, 140 y 129, y por la Carretera Federal 575.