El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Conociendo la historia de Valle de Guadalupe

Nota sobre Conociendo la historia de Valle de Guadalupe

El Valle de Guadalupe está reconocido desde hace mucho tiempo, como la Ruta de Vino mexicano más significativa de México.

Aun cuando se la recorre y se observan viñedos por doquier, en este sitio no únicamente puede hallarse vino. Existe una historia detrás de ese mismo vino y una valiosa cultura en torno a su producción.

Observando la historia de esta parte del estado de Baja California, hay que señalar que este territorio estuvo habitado por comunidades indígenas, y posteriormente arribaron a él varias misiones jesuitas, numerosas familias de origen ruso, y después, mexicanos procedentes de distintos estados del país, que se habían alejado de allí por distintas razones.

De tal manera se fue poblando el territorio bajacaliforniano con una enorme variedad de aportes culturales.

Gracias a los jesuitas fue fundada la Misión de Nuestra Señora de Guadalupe, la cual, aunado al templo, comprendía miles de hectáreas de territorio.

Los jesuitas, tal y como hacían en otras zonas del territorio mexicano, se dedicaban a sus tareas de evangelización y educación de las comunidades. Sin embargo, los indígenas de locales rechazaron sus enseñanzas y se rebelaron contra las nuevas doctrinas.

Las misiones en el área de Valle de Guadalupe fueron expulsadas, aunque al mismo tiempo los indígenas fueron desapareciendo y los pocos que quedaban fueron relegados socialmente.

A la postre, grandes porciones del territorio nacional fueron explotadas por manos ajenas en tanto los lugareños sufrían de explotación.

Tras el asentamiento ruso en el Valle de Guadalupe, en los inicios de 1900, a mediados de la década de los cincuentas del siglo XX, llegaron colonos de Sonora y Sinaloa con el objetivo de darle forma a un estado.

Por tal motivo, las familias rusas decidieron emigrar a los Estados Unidos. Por lo que se relaciona con la Antigua Misión de Guadalupe, ya no existe más y de ella solo queda un diminuto basamento de adobe pero no deja ver nada de su antiguo esplendor. En la zona donde se encontraba exactamente existe un museo que nos deja conocer un poco de su gran historia.

Para conocer de una manera más profunda los avatares históricos de estos lares de Baja California Sur, es recomendable visitar el Museo Comunitario del Valle de Guadalupe, el cual, de una manera más integral y completa nos explica el desarrollo que ha tenido la región y en general todo el territorio de Baja California, con el paso de los siglos.