El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Aprendiendo a ser un turista perfecto

Nota sobre Aprendiendo a ser un turista perfecto

Cuando uno se va haciendo mayor, nace el deseo de viajar con los amigos.

Paulatinamente se hace claro que necesitas vuelos y hoteles para todos los destinos. El propósito es visitar en cada ocasión una ciudad diferente, con el único propósito de descubrir, conocer y gozar de tu viaje.

Una vez que se ha tomado el primer viaje, no hay vuelta atrás.

Es más que un auténtico estilo de vida: se trata de una adicción a los viajes y todas las vivencias que implica. En cuanto uno comienza a pensar acerca de ello, se hace claro que, con el tiempo, ha sido posible perfeccionar cada travesía, hasta llegar a ser un turista perfecto.

Vamos a comentar más acerca de lo que se necesita para ser un buen turista, incluso el mejor viajero posible.

Una condición indispensable es tener el dinero suficiente para viajar, o gastar todo lo que nos sea posible en viajes. Es preciso comenzar por este complicado aspecto: viajar es una experiencia cara, aunque siempre se puede uno adaptar a las condiciones de cada travesía, para así no perderse ninguna oportunidad de viajar.

No olvides que viajar es un asunto de prioridades en todo momento y sabiendo cómo hacerlo se puede hallar la manera de ahorrar en nuestro día a día.

Lo anterior implica un cierto esfuerzo, claro está. Otro detalle que diferencia a un viajero de excelencia de otro más normal, es que el primero siempre lleva una cámara de fotografías.

Se trata de una estrategia para compartir con nuestros amigos y parientes lo mejor de nuestras travesías y por ello, es una práctica que nunca puede dejarse de lado.