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Amealco, un pueblo para el descanso y la diversión

De los dieciocho municipios que incluye el municipio de Querétaro, uno realmente interesante es Amealco.

Pero además, se trata de una población que ha sabido conservar su identidad aun con el paso del tiempo, puesto que es habitual hallar indígenas expertos en la creación de artesanías, que todavía portan los trajes típicos de la zona y que procuran mantener sus tradiciones vigentes.

La plaza de la cabecera municipal se encuentra rodeada de gratas calles y viviendas que datan de 1538.

Así también, en este municipio se elaboran trabajos artesanales de gran calidad, como por ejemplo, piezas de cerámica y de otros materiales que se pueden hallar entre sus calles y callejones.

A tan solo 90 minutos de Querétaro, Amealco se presenta como un municipio bastante particular.

La plaza de la cabecera municipal aparece en un entorno de calles coloridas y viviendas que datan de 1538. Ya desde la carretera se advierte la tranquilidad de una campiña definida por planicies eternamente verdes y rumorosos cuerpos de agua, que apenas y se alteran de vez en vez por la presencia de las personas.

Por su gran vegetación y bucólicos paisajes boscosos, Amealco es excelente para la práctica del ciclismo de montaña, el camping o caminatas entre los senderos exuberantes de la sierra.

Pero además, quienes acuden a pasar un fin de semana por estos rumbos de Querétaro, tienen la oportunidad de conocer una tradición gastronómica en la que se combinan las mejores tradiciones culinarias del México Indígena y Europa. En general se trata de platillos que adaptan las riquezas de la cocina otomí e indígena con los requerimientos de la modernidad.

Por ejemplo, en Amealco se prepara y consume un mole exquisito.

En la comunidad de San Juan Dehedo, el mejor día para visitarlo y degustar ricos platillos es el martes, cuando se puede saborear rico mole rojo o verde. Pero además, en el Chamizal, a la salida de Amealco, se puede hallar un guiso de lo más destacado en todo Querétaro: el mole de guajolote.

Pero Amealco no es un pueblo que destaque únicamente por su gastronomía, ya que sus verdes parajes son de igual manera un excelente escenario para gozar de la naturaleza y dar gratas escapadas de fin de semana.

Recomendamos practicar el camping en la zona de San Pablo y disfrutar las agradables aguas de la Cascada de la Piedad.
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