El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Zona arqueológica de Aké, Yucatán

Nota sobre Zona arqueológica de Aké, Yucatán

La palabra maya Aké se relaciona con un apellido, por lo cual, también puede estar relacionado con un linaje. La ocupación de Aké comenzó en el Preclásico tardío (300 a.C.- 300 d.C.) y prosiguió hasta el periodo posclásico (1300-1450 d.C.).

Aké tuvo un elevado nivel urbano desde las etapas más tempranas de su ocupación y mantuvo relaciones con asentamientos como Izamal, al cual se encontraba vinculado por medio de un sacbé de 32 kilómetros de longitud.

La influencia de Aké llegó hasta la región del Río Bec en el actual estado de Campeche y Cobá, en el estado de Quintana Roo.

Aké está integrado por dos sectores delimitados por largas murallas concéntricas. De entre los principales elementos arquitectónicos con los que cuenta, hay que mencionar la Estructura 1, la Gran Plaza, el Edificio de las Pilastras y otros más.

Es aconsejable complementar la visita a este yacimiento arqueológico, explorando la Hacienda San Lorenzo de Aké y una desfibriladora de henequén que aún se mantiene funcional.

La entrada a la zona arqueológica se efectúa a través de la comunidad de denominada como Ruinas de Aké, perteneciente al municipio de Tixcocob.