El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Tradiciones otomí-chichimecas, Patrimonio intangible

Nota sobre  Tradiciones otomí-chichimecas, Patrimonio intangible

Querétaro es el único estado de la República Mexicana, junto con el Distrito Federal, que cuenta con cuatro Patrimonios de la Humanidad declarados por la Unesco: el Centro Histórico de Santiago de Querétaro, las cinco misiones franciscanas de la Sierra Gorda, el Camino Real de Tierra Adentro y ahora los lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán se suman a la lista como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

La Unesco define un Patrimonio Inmaterial como una zona o lugar que, sin perder sus cualidades naturales, ha sido influenciado de forma positiva por el ser humano, no necesariamente de manera tangible, sino más bien de forma simbólica.

El nombramiento hecho a Tolimán, Querétaro, como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad comprende todos los lugares sagrados de los indígenas otomíes-chichimecas; estos son representados por el semidesierto queretano, las capillas oratorio familiares, las festividades, las rutas de peregrinaje, la Peña de Bernal y la memoria indígena en sí.

El pueblo otomí-chichimeca celebra todas las festividades tradicionalmente mestizas; el Día de Muertos, por ejemplo, todas las capillas visten de vivos colores y se hacen rituales ancestrales.

Además, tienen sus propias celebraciones y simbolismos, como las peregrinaciones a los cerros sagrados y las danzas autóctonas.

El festejo más importante en esta cultura es El Chimal, levantado el día de San Miguel Arcángel, el 27 de septiembre.

Esta celebración es la evidencia del sincretismo cultural cristiano y otomí-chichimeca. Es la fiesta más larga del municipio, ya que empieza en julio. La ofrenda mide 23 metros de altura, sobrepasando el campanario del templo. Tiene forma de árbol de la vida con diversos objetos y flores que lo decoran. Es digno de admirarse.

Capillas otomíes En el municipio de Tolimán existen más de 250 capillas otomíes, también conocidas como capillas familiares o capillas oratorio.

Son unas pequeñas edificaciones que expresan un amalgama cultural sin par: construidas en honor al primer familiar bautizado, estas capillas son una mezcla de la indomable cultura chichimeca y la persistente labor de los evangelizadores franciscanos.

Dentro de las capillas se puede observar inscripciones que recuerdan nacimientos, matrimonios y decesos, pues estos oratorios son el centro principal de la vida de numerosas familias indígenas del semidesierto tolimense.