El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

San Martín Tilcajete, pasión de alebrijes

Nota sobre San Martín Tilcajete, pasión de alebrijes

El nombre de este pueblo es un sinónimo de la excelencia artesanal del estado de Oaxaca.

San Martín Tilcajete, una comunidad habitada por personas de hablar reflexivo y manera de ser apacible. Y es que, al parecer, toda su pasión se concentra en la elaboración de coloridos alebrijes, admirados en todo el mundo.

San Martín Tilcajete es una población bastante sencilla, de construcciones bajas y calles un tanto solitarias.

Los moradores de este rincón oaxaqueño subsisten gracias a su talento y tradición artesanal. En sus talleres y gracias a su cotidiana labor, los artesanos de San Martin Tilcajete consiguen plasmar sus fantasías, en increíbles creaciones.

Una de las maneras más aconsejables de conocer esta comunidad de Oaxaca y a sus tradiciones artesanales, es acudiendo a alguno de los talleres familiares que se encuentran esparcidos en sus calles.

Algunas referencias acerca de los orígenes de los alebrijes en San Martin Tilcajete, explican que, fue una persona de la Ciudad de México, Pedro Linares, quien trabajó los primeros alebrijes en este pueblo oaxaqueño. Linares los creó con papel y pinturas de agua. Hace mucho tiempo, estas figuras eran llamadas “tonas” o “nahuales” y se pensaba que ofrecían protección a las personas.

Los alebrijes de San Martín Tilcajete se construyen con madera de copal y llevan adornos de pintura vinílica.

Los artesanos, para delinear las formas iniciales, utilizan machete, luego una navaja para tallar y por último, una cuchilla para darles los acabados más finos.

Los alebrijes de esta población oaxaqueña, son enormemente valorados en el medio nacional e internacional por su gran exotismo y admirable manufactura.

En nuestros días, la elaboración de alebrijes es la actividad económica principal de Tilcajete. Comprar una de las piezas creadas en este pueblo- esos fantásticos monstruos, pegasos y marcianos-, cautivan los sentidos y la imaginación, con sus llamativos colores y su apariencia inusual.

En Tilcajete, niños, jóvenes y adultos saben cómo crear estas curiosas artesanías y las venden en las calles y mercados de la localidad.

Quienes habitan en este pueblo de Oaxaca, crecen estrechamente vinculados con la creación de alebrijes. Se trata de figuras que reflejan la cosmogonía y el entorno social de quienes viven en esta región del país.

San Martín Tilcajete forma parte de los Valles Centrales de Oaxaca y se ubica a unos 20 minutos de la capital del estado.

Para llegar a Tilcajete, el pueblo de los alebrijes, hay que utilizar la carretera federal número 175.