El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Pueblos fantasmas del norte de México

Nota sobre Pueblos fantasmas del norte de México

Parral es una de las ciudades de mayor relevancia en Chihuahua.

Los lugareños llegaron a nombrarla como “la capital del mundo”. Su fundación se remonta a 1631, cuando fueron halladas sus minas principales, las cuales hace mucho tiempo que se han agotado ya. Como quiera que sea Parral ha sobrevivido gracias a otras actividades. No obstante, en sus proximidades pueden visitarse numerosos pueblos fantasmas, derivados de esplendores mineros de hace mucho tiempo atrás.

Uno de estos pueblos es Minas Nuevas.

Se trata de una comunidad que en los comienzos del siglo XX llegó a contar con 700 viviendas y construcciones. Hoy en día solo queda un puñado de ellas en pie. Minas Nuevas surgió casi al mismo tiempo que Parral, en los comienzos del siglo XVII tuvo varios momentos brillantes y declives y actualmente solo le restan algunos vestigios bastante notables, en donde destaca su templo, con detalles propios de los siglos XVIII y XIX.

Entre la localidad de Parral y Jiménez se localiza otro pueblo fantasma: Julietas, también surgido por la actividad minera en la región.

Tuvo sus mejores momentos en la primera mitad del siglo XX y hoy en día solo preserva algunos vestigios de sus momentos de gloria, abundancia minera, en la cual la plata era cuantiosa y muy deseada.

Cerca del mineral de San Francisco del Oro.

Otra de las comunidades que aparecieron en los primeros años del siglo XVII es Clarines, con su mina abandonada. Se ubica detrás del mineral de San Francisco del Oro, el cual curiosamente todavía da algo de plata. En los inicios del siglo XX, Clannes era prospero por la extracción de plomo y plata, aunque en la actualidad solo queden algunos edificios viejos en este pueblo.

En la región noroeste de Chihuahua, en las cercanías de Casas Grandes, en un entorno de vastas llanuras se pueden observar los vestigios de otro mineral abandonado: Corralitos, el cual, durante buena parte del siglo XIX tuvo un periodo de esplendor.

Fue el sitio donde consiguió su fortuna la familia Zuloaga, de la cual procedieron varios personajes de interés a nivel local y nacional, como por ejemplo, Félix María Zuloaga, quien fungiera como presidente de la nación en 1858.

En la zona centro del estado de Chihuahua, en las cercanías del pueblo de Cuauhtémoc, se localiza la comunidad semifantasma de Cusihuiriachi la cual tuvo algunos minerales descubiertas en el siglo XVII y fueron fuentes de plata pura hasta bien entrada la década en 1930, cuando quedó casi despoblado.

Una referencia insólita que Cuauhtémoc continúa estando considerada como la cabecera del municipio homónimo.

Visita con tus amigos los pueblos fantasmas del norte de México.