El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Puebla, Puebla

Nota sobre Puebla, Puebla

Puebla es uno de los lugares de la República Mexicana más abundante en fiestas y tradiciones populares.

Y es que, desde hace siglos, los habitantes de Puebla han sabido conservar y enriquecer, cotidianamente, tal patrimonio cultural. En las comunidades poblanas, viven diferentes grupos indígenas como los totonacos, tepehuas, popolocas, nahuas y otomíes, los cuales, han participado en el tejido cultural del estado.

Es preciso recordar que la ciudad de Puebla fue construida en primera instancia, para que vivieran en ella españoles y criollos.

Por tal motivo, gran parte de las manifestaciones artísticas de la entidad tienen raíces netamente españolas.

Un ejemplo de lo anterior, lo tenemos en la mayólica, técnica de cerámica con un singular acabado vítreo.

Los criollos poblanos adoptaron esta técnica y la modificaron al gusto mexicano, dejando de lado las características de la loza antigua, es decir, la talavera. Por eso es Puebla el estado de la república, en donde se hace patente un mayor sincretismo cultural entre sus habitantes.

Otra muestra de lo anterior, la tenemos en la gastronomía poblana: el tradicional mole, combina diferentes sabores que incluyen variedades de chile, cacahuate, carne de guajolote, cacao, tortillas, todos ellos elementos mexicanos, con ingredientes de procedencia española, como especias, almendras, pan de trigo, azúcar, etc.

Se trata de un guiso ceremonial y las familias mexicanas acostumbran consumirlo primordialmente en fechas especiales como cumpleaños o bautizos.

Por otra parte, las celebraciones populares que tienen lugar en las diferentes comunidades de Puebla, nos expresan ese mismo multifacetismo cultural.

Cada 5 de mayo, en Zacapoaxtla, se lleva a cabo una fiesta cívica en donde combaten zacapoaxtlas contra franceses, de manera parecida a como acontece en Huejotzingo, en su carnaval, famoso por las vestimentas de sus participantes, por su rememoración de la leyenda de Agustín Lorenzo y por su representación de Ignacio Zaragoza, general que lideró a los ejércitos mexicanos que derrotaron a los invasores franceses.

Además, destacan en este perfil, varias danzas regionales, como Los Concheros, La Conquista, Carlos Magno y La Danza de los Moros y Cristianos.

Como quiera que sea, desde un enfoque turístico, es una fortuna que ese caleidoscopio cultural nos ofrezca tantos destinos interesantes en el estado de Puebla, como Santa María Tonantzintla, San Bernardo Acatepec, Jalpan, Chignahuapan o Atlixco, sitios en donde de gustar un plato de mole con guajolote, recorrer un tianguis montado por indígenas provenientes de las sierras y encontrar auténticos tesoros de artesanía en estos mercados, se constituya como una experiencia viajera inigualable.