El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

¿Por qué no? Recorriendo la Ruta del Mole

Nota sobre ¿Por qué no? Recorriendo la Ruta del Mole

Explorar los muchos encantos de Puebla, para indagar por las raíces del mole, es una recomendable actividad turística.

Esta intención viajera, a la postre, nos lleva a otros distintos lugares de la República. Esta ruta parte desde San Pedro Actopan, en el Distrito Federal, luego nos llevaría a Tlaxcala, la mencionada ciudad de Puebla y finalmente Oaxaca. En cada uno de estos lugares, estrechamente relacionados a la historia del mole, los visitantes hallarán numerosos tesoros culturales y naturales de gran interés. San Pedro Actopan en la Ruta del Mole

En los márgenes del Distrito Federal, en la delegación Milpa Alta, se localiza un pueblo al que sus habitantes han calificado como "la capital mundial del mole".

Se trata de San Pedro Actopan, en donde, por todos sus callejones, plazas y calles, el aroma del mole se respira como un detalle mágico. En este lugar se preparan muchas variedades de moles, por ejemplo, el mole con camarón, ideal para acompañar a los romeritos. El menú tradicional de San Pedro Actopan incluye: como entrada, consomé con arroz; como plato fuerte, enchiladas o mole con pollo y arroz rojo. Todo lo anterior se acompaña con deliciosos tamales de frijoles y tortillas de maíz azul, elaboradas a mano, salsas de molcajete, habas en escabeche y aguas frescas o cerveza fría.

{{{Tlaxcala en la Ruta del Mole }}} Este estado de la república también es relevante para la tradición del mole.

Por ejemplo, en el municipio de Santa Ana Chiautempan se realiza una ceremonia que data de los tiempos prehispánicos. El ritual consistía en ofrecerle una comida a la diosa Toci, patrona de los textiles y de la saud. El alimento en cuestión era el tlilmolli, una suerte de salsa preparada de maíz, con la cual se bañaban generosos trozos de venado, guajolote o del perro xoloitzcuintle. Luego de la conquista, la carne con la cual se consumía el tlilmolli se limitó solo al cerdo. En la actualidad el consumo de este platillo en Tlaxcala se acompaña de aguardiente, mezcal o tequila. Oaxaca en la Ruta del Mole

Con respecto a Oaxaca se puede mencionar, por ejemplo, a Tehuacán y sus inmediaciones.

Allí es común degustar el mole de caderas, con carne de chivo. Como condimentos principales, este platillo incluye sal, chile, limón y algunos trozos de maciza, para darle el sabor característico de este rico guiso. Lo que hace tan recomendable al mole de caderas es que, la carne que lleva, se obtiene de chivos que tienen por lo menos un año de pastar en la región y alimentarse de las yerbas del lugar. De esta manera se garantiza lo jugoso de la carne que lleva el delicioso mole de caderas.