El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Nahá y Metzabok, corazones lacandones

Nota sobre Nahá y Metzabok, corazones lacandones

El verde intenso de la vegetación es la principal característica de Nahá y Metzabok, Áreas Naturales Protegidas ubicadas en Ocosingo, Chiapas, a poco más de 80 kilómetros de Palenque. Refugio de importantes especies en peligro de extinción como el hocofaisán, el águila arpía, el quetzal y el jaguar, estas áreas son también el hogar de una de las comunidades más antiguas y tradicionales de México, los lacandones. Nahá y Metzabok, que fueron habitadas en la década de 1940, constituyen importantes áreas de protección de flora y fauna que permiten aprovechar y conservar los recursos naturales de la región. Asimismo, son ideales para la exploración espeleológica y turística, el camping, descenso en río, kayak y los recorridos guiados por los hermosos paisajes.

En Nahá se fusionan la naturaleza y las comunidades ancestrales; aquí se percibe un ambiente de paz y armonía. Entre muchas otras actividades, en este sitio se puede pasar la noche en un campamento ecoturístico, realizar recorridos guiados, visitar el museo comunitario, emprender caminatas por la selva, pasear a bordo de cayucos (embarcación de troncos) por las lagunas Nahá, Ho nahá y Amarilla, y visitar los sistemas de cavernas.

Metzabok, cuyo nombre en lengua maya significa “dios hacedor del trueno”, posee más de 82 hectáreas divididas en 27 lagunas de diferentes dimensiones rodeadas por montañas de espesa vegetación. Aquí se pueden apreciar unas pinturas rupestres que exhiben el legado maya de la zona. En la cueva Metzabok se pueden apreciar un altar y una pintura rupestre; por otro lado, la cueva El Mirador posee una estructura piramidal bajo la cual se localiza la entrada de la cueva.