El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

La ruta del sabor en Querétaro

Nota sobre La ruta del sabor en Querétaro

Esta ruta tiene cuatro paradas: la ciudad de Querétaro, los Pueblos Mágicos de Bernal y Tequisquiapan y San Juan del Río.

¡Ahí probamos gorditas, quesos, vinos y dulces de leche! 1. QUERÉTARO: ANTOJOS Y DELICIOSOS POSTRES

Un restaurante excelente en Querétaro es Nicos, cuyo delicioso pan se disfruta más por las mañanas.

Su extenso menú ofrece comida tradicional queretana. Ahí probamos su famosa receta de la sopa de natas y el mole serrano, acompañado por guacamole, especialidad de la casa, preparado en molcajete frente a nosotros.

Para la hora de la comida, en el Centro Histórico, enfrente del Palacio, está El Mesón de Chucho El Roto, cuya terraza abierta da hacia la Plaza.

Aquí prueba sopes de escamoles, gorditas queretanas y corundas michoacanas. Otra opción es el restaurante 1810, decorado con fotografías y utensilios de la época, y que ofrece platillos de la cocina mexicana e internacional.

Una tercera opción para la hora de la comida es Las Monjas, localizado muy cerca del Templo y Ex Convento de Santa Rosa de Viterbo.

El papá de la dueña, don Ramón González, se ha dedicado a investigar los platillos mexicanos de siglos anteriores, por lo que muchas de estas recetas se pueden degustar aquí. Recomendamos los moles de lechuga y de betabel.

Un lugar imprescindible y emblemático de la ciudad es la dulcería, cafetería y nevería La Mariposa.

De ambiente familiar, ahí se ofrecen los platillos caseros más típicos de Querétaro. A nuestro paso por allí, degustamos unas ricas enchiladas y los famosos mantecados. En su tienda compramos dulces de leche, conservas, fresas y duraznos prensados.

En la noche fuimos a la Cenaduría Blas; desde 1940 es atendida por sus dueños doña Antonia y su hijo Max, y goza de un ambiente familiar.

El pozole es de primera, las manitas de puerco sabrosísimas y los guajolotes (tortas rellenas de pollo o puerco y una enchilada), una delicia.

Si aún tienes un huequito, ve a La Viejoteca, un bar de ambiente y buena música.

Ofrece ricas botanas y tacos para acompañar las bebidas. Las margaritas son su especialidad. Se localiza en la Casa de los Cinco Patios. 2. SAN JUAN DEL RÍO: DE SABORES TRADICIONALES

Esta ciudad cuenta con agradables hoteles, algunos ubicados en antiguas haciendas, viejas casonas llenas de encanto y ricos restaurantes.

Destacamos La Bilbaína, lugar donde la cocina española y la mexicana se dan vuelo con recetas auténticas. Aquí probamos los callos a la bilbaína. Algunos platillos típicos de la región son los nopales en penca, el conejo en pulque, los curados de pulque, las chanclas (un tipo de tamal), las enchiladas de canasta y las gorditas de maíz quebrado. Por supuesto, no pueden faltar las carnitas y la barbacoa. 3. TEQUISQUIAPAN: LA TIERRA DEL QUESO Y EL VINO

Antes de entrar en algún restaurante de este Pueblo Mágico nos dirigimos al Mercado de Artesanías, donde encontramos todo lo necesario para vestir una linda mesa: manteles, carpetas, individuales, canastos típicos de la región y cazuelas de Michoacán.

En fin de semana, te recomendamos ir a la sección de comida, pues venden tamales de chile con queso, gorditas recién hechas, las mejores carnitas y un delicioso chicharrón.

Tequisquiapan es perfecto para degustar los quesos y vinos de los viñedos de la región.

Es un pretexto también para recorrer la Ruta del Queso y el Vino, donde podrás ver cómo se elaboran y probarlos.

Nosotros visitamos las cavas de Freixenet y catamos vinos espumosos de primerísima calidad; también estuvimos en los viñedos de La Redonda, donde el tinto y el rosado nos sorprendieron; y probamos los quesos Vai ranchero, de oveja y panela.

En el poblado encontramos muy buenos restaurantes: La Valentina, dentro del hotel La Plaza de Tequisquiapan, es ideal para cenar en fin de semana, pues cuenta con música viva en el bar.

K´puchinos, restaurante-bar muy animado, es una buena opción para la hora de la comida; aquí recomendamos las enchiladas queretanas. El Freixenet Wine Bar, ubicado en pleno centro, se vuelve indispensable para ir a tomar una copa; además ofrece tapas, quesos y carnes frías para acompañarlos.

El Maridelfi es ideal para desayunar o comer una rica paella los domingos; está situado en el hotel del mismo nombre.

4. BERNAL: SABORES MÁGICOS

Adornado por el encanto de su peña, Bernal es un poblado donde se puede disfrutar de las comidas más típicas del estado.

Además de ser un sitio pintoresco, es famoso por sus regios dulces de leche y su fruta cristalizada, que se venden en casi todas partes.

Aquí la comida se hace en cazuelas de barro y fogones rústicos, impregnándolos de un sabor espectacular.

Lo más destacado son los nopales santos o la barbacoa de borrego tapada con pencas de maguey, pero también te sugerimos probar las gorditas martajadas con chiles rojos y las enchiladas serranas con cecina.

Te recomendamos ir a Bernal el 20 de noviembre, cuando se lleva a cabo el Festival del Sarape y la Gordita.