El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

La magia de Zacatlán, Pueblo Mágico de Puebla

Nota sobre La magia de Zacatlán, Pueblo Mágico de Puebla

Ubicada en lo más alto de la Barranca de los Jilgueros, la comunidad de Zacatlán de las Manzanas, en el Estado de Puebla, aparece en un entorno de zonas boscosas cubiertas de niebla, fértiles zonas de siembra y árboles frutales y grandes formaciones rocosas que parecen ajenas a la gravedad por su insólita inclinación.

Pero además Zacatlán es un Pueblo Mágico de los más atractivos en el territorio mexicano, por su sobrio encanto, lejos de cualquier oropel, pero consciente de la gran valía de su heredad cultural, estética e histórica.

Por lo general nos ofrece una vivencia turística sobresaliente: imposible no disfrutar un paseo por el antiguo paseo franciscano, donde lugareños y visitantes pasean por los hermosos jardines y antiguos portales.

Las construcciones de Zacatlán le dan forma a un festín de colores, materiales y texturas: por doquier es un remolino se gris cantera, madera, fierro, blanco y rojo.

Los turistas se sumergen gratamente en este ámbito multicolor y repleto de pintorescos detalles. Por su especial ambiente, definido por la paz y la pureza silvestre, Zacatlán parece haberse quedado en su propio tiempo, uno más apacible y propicio para la contemplación de todas sus bellezas.

Conforme a su añeja tradición relojera, este Pueblo Mágico poblano cuenta con un elemento vistoso y pintoresco: un enorme reloj floral y los asombrosos autómatas de la fachada de Centenario.

Con la llegada de la noche, la niebla cubre todo en un manto de hechizo y en las noches de festividad la enorme plaza central se convierte en un verdadero espectáculo de música, fuegos artificiales y danzas regionales. En este sentido, es recomendable visitar

Zacatlán durante los meses de julio a octubre, para gozar al máximo de su producción frutícola integrada por diferentes especies de ciruelos, peras y por supuesto, las tradicionales manzanas, elemento representativo de la población.

Desde 1941 se celebra año con año en el pueblo, la justamente célebre feria de la manzana.

Es muy disfrutable dar largos paseos por las calles de Zacatlán, contemplando sus hermosos edificios religiosos y sus bellas casas tradicionales.

El centro histórico es una de las principales joyas turísticas de este Pueblo Mágico del Estado de Puebla, por sus muchos tesoros culturales como el mencionado reloj floral, creación arquitectónica del Ingeniero Roque Leonel Olvera Charolet.

El reloj floral de Zacatlán tiene dos carátulas, cada una con cinco metros de diámetro, detalle que lo hace único no solo en México, sino en el mundo entero.

Pero también es recomendable realizar recorridos a caballo por los alrededores silvestres de Zacatlán, en especial por su fascinante Valle de Piedras Encimadas.

A solo 25 kilómetros del Pueblo Mágico que les comentamos se ubica el misterioso valle con enormes rocas dispuestas en espectaculares formaciones. Son estructuras rocosas que pueden llegar a tener entre 10 y 20 metros de altura y que aparecen entre bellas zonas de pinos.

Se piensa que el surgimiento de estas extrañas rocas se relaciona con la erosión de la piedra caliza, la acción de la lluvia y de los vientos a lo largo de milenios.

Por lo demás, la imaginación de los visitantes hace que evoquen las figuras más variadas en cada formación rocosa: camellos, eledantes, tortugas, rostros humanos, etc. Otra gran experiencia turística en el entorno de

Zacatlán de las Manzanas se puede hallar en los varios miradores ubicados en la Barranca de los Jilgueros, por las estupendas panorámicas que nos ofrecen.

Similar en su potencial para maravillar y cautivar- en especial a los afectos al turismo de naturaleza- es la cascada de San Pedro, con su caída de 20 metros de altura. Además, cerca de este paraje silvestre se encuentran los vestigios de lo que fue en su momento la primer iglesia católica que se construyó en Zacatlán, en algún momento del siglo XVI.

Y por si fuera poco, no lejos de allí pueden visitarse restos de estructuras precolombinas correspondientes a la cultura indígena del Señorío de Zacatlán.

Un sitio cercano que vale la pena visitar como complemento a un paseo a Zacatlán de las Manzanas es Jicolapa, comunidad rural en donde se venera al Señor de Jicolapa y de hecho, cada mes de febrero, año con año, se realizan festividades en honor de este santo patrón, eventos que congregan a numerosos habitantes de comunidades cercanas y turistas llegados de diferentes entidades del país.

Cómo llegar a Zacatlán de las Manzanas

Desde D.

F. Tomar la salida por Indios Verdes hacia Tulancingo carretera federal 132. Pasando Tulancingo se encuentra la Laguna El Tejocotal a pocos kilómetros se encuentra la desviación a Chignahuapan-Zacatlán. Distancia aprox. 209 km. del DF.