El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

El Palacio de la Antigua Escuela de Medicina, Distrito Federal

Nota sobre El Palacio de la Antigua Escuela de Medicina, Distrito Federal

Este notable edificio localizado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, fue testigo de los aconteceres sociales y políticos más relevantes de los tiempos novohispanos.

El Palacio de Medicina, en donde alguna vez se localizó el Tribunal de la Inquisición, se constituye además, como una muestra extraordinaria de la arquitectura que se cultivó en los días virreinales en nuestro país.

El diseño del Palacio de Medicina corrió a cargo del arquitecto Pedro de Arrieta, quien comenzó la construcción de este inmueble en 1732 y los concluyó cuatro años más tarde.

Destaca la localización con la que cuenta, en la Plaza de Santo Domingo, una de las más admirables y mejor preservadas de todo el Centro Histórico capitalino. Fue justamente su ubicación en esta zona urbana, la que condicionó el diseño del Palacio, puesto que su acceso principal presenta una fachada en chaflán, rumbo a la esquina noreste de la Plaza de Santo Domingo.

De tal modo que, la construcción que ponderamos, en su patio interior, por sus características estructurales, genera en los visitantes una impresión de audacia y amplitud.

Destacan asimismo la proyección neoclásica de su escalinata y la sobriedad de sus arcadas. Los exteriores del edificio, exhiben una combinación de cantera y tezontle, que fue notoriamente utilizada en la capital del país, durante la época novohispana. Esto es precisamente lo que le otorga al centro histórico sus particulares tonos ocres y rojizos.

Luego de que fuera abolido el Tribunal de la Inquisición y tras haberse consumado la Independencia de México, el Palacio tuvo diferentes propietarios y utilizaciones, hasta que en el año de 1854 fue establecida en este lugar, la Escuela de Medicina.

Por ello, muchas de las viejas celdas y salones fueron acondicionadas como aulas, para que en esos recintos, fueran impartidas cátedras de temas científicos relacionados con la salud.

En años recientes, el Palacio de la Antigua Escuela de Medicina ha sido objeto de una profunda  restauración, lo cual permite que los visitantes de este tesoro arquitectónico, puedan conocer las celdas en donde eran encerrados los presos por motivos políticos en los días virreinales.

Hoy en día, estos mismos recintos han sido transformados en salas temáticas que nos presentan aspectos del desarrollo que han tenido las ciencias médicas en el país. Es muy recomendable visitar este inmueble- el cual se encuentra a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México-, puesto que se perfila como uno de los palacios más valiosos del centro histórico de nuestra capital.