El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Creel, el portal de las barrancas

Nota sobre Creel, el portal de las barrancas

Creel se asienta sobre la esplendorosa Sierra Madre Occidental, 247 kilómetros al suroeste de la ciudad de Chihuahua.

La madre naturaleza ha bendecido este pueblo con gigantescas formaciones rocosas, románticos lagos, bosques infinitos y cascadas fascinantes. En el corazón de la Plaza de Armas encontrarás una estatua del homónimo del pueblo, Enrique Creel. En la esquina noreste de la plaza esperan tu visita la iglesia neogótica de Cristo Rey y su vecina, la iglesia del siglo XX, Nuestra Señora de Lourdes.

Si deseas sumergirte en la historia local, la Casa de Artesanías y Museo, en la sección poniente de la plaza, ofrecen información sobre las costumbres y tradiciones de los rarámuri.

Al poniente del pueblo es imposible pasar por alto los ocho metros de altura del monumento a Cristo Rey, un impresionante recordatorio de la diversidad cultural y religiosa de la región.

Si te aventuras sólo unos kilómetros al sureste del centro de Creel llegarás a San Ignacio Arareko, hogar de los indígenas tarahumara que vivieron esparcidos en los bosques circundantes.

Visita la vieja iglesia de piedra y la misión, donde aún se realizan celebraciones ancestrales. Un poco más lejos deleita tu vista con los paisajes de los valles cercanos, conocidos por sus grandes y místicas formaciones rocosas.

Unos kilómetros más adelante, enclavado en medio de un bosque de pino, encontrarás el Lago Arareko, en forma de herradura y con una superficie de 40 hectáreas.

Aquí puedes rentar una cabaña y pasar una o dos noches tranquilas cerca de la naturaleza.

No dejes de probar las delicias culinarias de la región.

Creel es especialmente famoso por sus alimentos deshidratados, como carne seca y chiles secos, dos de los ingredientes básicos del clásico caldillo de carne seca. No dejes de probar esta tradicional receta, servida con tortillas de maíz azul. Tal vez te sorprenda la calidad y variedad de mariscos frescos que llegan por tren a Creel desde Topolobampo, Sinaloa.

Las principales artesanías rarámuri son canastos fabricados con hoja de palma tejida.

Visita las comunidades locales y también verás que los artesanos son expertos en el trabajo con madera. Fabrican obras de arte y muebles de madera tallada, además de alfarería y textiles. Si hay espacio en tus maletas, lleva a casa un recuerdo de tu viaje.