El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Coronango, el rústico encanto de Puebla

Nota sobre Coronango, el rústico encanto de Puebla

Hermosa localidad del territorio poblano, el nombre de este municipio deriva de las palabras náhuatl, “atl”, agua, “coloa”, dar vuelta y ahco, arriba, que en suma, quiere decir, “Arriba donde da vuelta el agua”.

Es un municipio que se localiza en la parte meridional de la cuenca del río Atoyac, una de las cuencas más significativas de la entidad y que surge desde la parte oriental de la Sierra Nevada. El llamado Río Prieto humedece la parte oriental del municipio de Coronago de norte a sur, cruzando la cabecera municipal y luego, ya en las afueras del municipio, se vincula al río Atoyac. La ciudad de Coronago posee diferentes canales de riego, que se despliegan por el norte de Puebla y desembocan en el río mencionado. Los ecoturistas que visiten Coronago, hallarán diferentes manantiales en las orillas del río Prieto. Justo ese es el caso del Agua Santa, el Almoca de Tlaltenango y el Axoyocaxtla.

Buena parte del territorio municipal de Coronago se destina a la explotación agropecuaria, especialmente a cultivos de tipo anual.

No obstante, Coronago es un lugar que también ofrece grandes atracciones para los turistas y mucho de ello se debe a sus antecedentes históricos. Hace muchos siglos en el área que hoy ocupa este municipio poblano, se asentaron distintas comunidades cholultecas y tlaxcaltecas, exactamente en barrios actuales como San Antonio, Cuapilco y Analco.

En 1521, Silverio Flores dirigió la edificación de la Iglesia de Santa María de la Asunción Coronago, misma que fue conluida hasta 1707.

Es una construcción sacra que aún en nuestros días motiva admiración y regocijo estético entre quienes la contemplan. Otras hermosas iglesias que los visitantes pueden visitar en este pueblo son por ejemplo, el Templo de la Asunción, del siglo XVI y poseedora de un notable estilo neoclásico colonial y la Iglesia de San Francisco Ocotlán, la cual data del siglo XV. También existen varias ex haciendas del mismo siglo, de gran interés.

Por lo que se refiere a los trajes típicos que se utilizan en Coronago, hace muchos años, los hombres portaban el tradicional traje de charro y las mujeres el hermoso traje de china poblana.

Los platillos tradicionales de Corobago, exhiben igual grado de folclor: ese es el caso del mole poblano, los tamales de frijol, de masa y de pinole. En el caso de las bebidas, sobresale el atole de chocolate y el de arroz.