El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Batopilas Pueblo Magico

Imagen de Batopilas  Pueblo Magico

Batopilas Pueblo Magico

En las profundidades de las Barrancas del Cobre, en el estado de Chihuahua, Batopilas es un Pueblo Mágico donde confluyen impresionantes paisajes montañosos, otrora poblados por minas de plata, con señoriales construcciones antiguas, al lado de tradiciones indígenas milenarias. 

Batopilas es el escenario perfecto para el nacimiento de historias y leyendas que le brindan al lugar un toque de misterio, escondido en la majestuosidad de sus tesoros naturales y culturales.

Décadas de explotación minera fueron acabando con la riqueza subterránea, hasta reducir su población a poco más de un millar de personas.

No obstante, la bella dignidad del pueblo se logro preservar, y ello ha atraído a miles de turistas que quedan cautivados por sus haciendas y casas señoriales, sus espectaculares ríos y senderos, y sus tradiciones de origen prehispánico y católico.

Qué visitar en Batopilas Pueblo Magico

La experiencia de visitar Batopilas comienza desde la travesía para llegar a él, admirando los atractivos naturales que existen a su alrededor.

Si bien se puede llegar en coche y autobús, e incluso en avioneta, no hay nada como hacerlo a bordo del Chepe, el último tren de pasajeros del país. Proveniente de Chihuahua o Los Mochis, la estación más cercana al poblado es la de Bahuichivo.

Otra buena opción es partir desde los municipios de Guachochi o de Creel, atravesar bosques de coníferas, pueblos mineros y paisajes tropicales, y descender en caballo o a pie hacia el mirador de La Bufa, considerado el mejor de la región.

Localizado en las cercanías de la comunidad tarahumara de Quírare, brinda una vista de 1,300 metros de profundidad en la que se aprecia muy bien el río Batopilas y las vetas de La Bufa, una de las más importantes de las 300 que estuvieron activas en la región.

La ubicación de este Pueblo Mágico, en el fondo de la barranca, a solo 500 metros sobre el nivel del mar, le brinda un clima semitropical que permite la subsistencia de frutos como aguacates, papayos, naranjos y mangos, y exóticas flores como las bugambilias, los tabachines y la ceiba.

Sobra mencionar que esta vida silvestre, sumada a su belleza arquitectónica, dota su paisaje de un colorido sin igual.

Sin embargo, la zona donde se encuentra Batopilas, llena de barrancas, tiene un clima extremoso, con frío en los parajes más altos y calor en las profundidades. Por ello, aunque su temperatura promedio anual es de 17° C, se obtiene al promediar los fuertes fríos del invierno y los calores, siempre superiores a los 30°, del verano, por lo que conviene ir prevenido.

Llegando al pueblo, los visitantes son recibidos por plazas, puentes de roca, un río y un hermoso acueducto del siglo XIX que formaba parte de la Ruta de la Plata. 

Además, las construcciones coloniales del pueblo albergan en su interior leyendas sobre las minas y el esplendor que se vivió en torno a ellas, como la que cuenta cómo les fue revelado el brillo de la plata por la luz de la luna a los exploradores españoles a principios del siglo XVIII.

Una de las construcciones más impresionantes es el Templo de la Virgen del Carmen, también de las más antiguas, pues fue construida en el siglo XVII por los jesuitas.

Tras una fachada preciosa, alberga en su interior una espadaña, campanario de una sola pared, bellas pinturas de caballete y magníficas esculturas.

Batopilas llegó a tener en sus momentos de esplendor centenares de minas siendo explotadas simultáneamente; hoy en día todas están abandonadas, pero es posible visitarlas con la compañía de un guía.

A 8 kilómetros del poblado quedan varios vestigios en el que fuera el emplazamiento minero de Cerro Colorado, donde se pueden admirar algunas viejas obras, testigos del paso del tiempo, como túneles, puentes, acequias, tahonas y canales.

Lo imperdible en Batopilas Pueblo Mágico

Más que belleza arquitectónica, Batopilas tiene mucho para ofrecer a sus visitantes.

Sin embargo, no se puede ignorar el colorido de la Hacienda San Miguel, construida durante el auge minero por el Magnate de la Plata, Alexander Robert Sheperd.

Las Rutas de la Plata y de las Misiones representan muy buenas oportunidades para conocer el poblado en profundidad.

Para quienes gustan del senderismo, la Ruta de las Misiones incluye recorridos de diferente duración para conocer las edificaciones religiosas salpicadas en varios puntos de la barranca.

Visitar las misiones de Nuestra Señora de los Dolores de Samachique, la de Nuestra Señora de Loreto de Yoquivo y la antigua misión jesuita de Tónachi son perfectas para excursiones de varias horas o hasta días de duración, atravesando barrancas, miradores, ríos, asentamientos rarámuris, veredas y paisajes espectaculares.

Gracias a esta riqueza natural, el municipio es también un lugar perfecto para el ecoturismo.

Las frescas aguas del río Batopilas reciben a quien quiera bañarse en ellas, y sus orillas son espacios idóneos para acampar.

En el arroyo de San Fernando, cerca de Piedra Redonda, las aguas siguen su curso por la abrupta Barranca de los Plátanos y forman hermosas cascadas, que alcanzan hasta 100 metros de altura.

La mejor época para visitar Batopilas es durante la Semana Santa, en la que las tradiciones católicas se mezclan con las tarahumaras y dan como resultado una celebración llena de color y seriedad, producto de un sincretismo religioso único en el mundo.

Estas fiestas honran y agradecen la certeza de la relación de los tarahumaras con Dios, pero no representan la muerte y resurrección de Jesucristo, sino el eterno ciclo de la lucha entre el bien y el mal o "nolirúache".

Qué comer en Batopilas Pueblo Mágico

La presencia de la etnia rarámuri hace que Batopilas sea un cúmulo de tradiciones, tanto religiosas como gastronómicas, que dotan la cocina local de una enorme variedad de ingredientes y sabores.

Así, pueden probarse los auténticos quesos Chihuahua, ranchero y de chivo, tortillas de harina y dulces de leche con nuez.

En las inmediaciones de la Plaza de la Constitución existen fondas, como Doña Mica y Carolina, donde se preparan delicias de la cocina regional como frijoles maneados, chile con queso, sotol, lechuguilla (licor de maguey) y el famoso tesgüino, un licor de maíz similar al tepache.

Qué comprar en Batopilas Pueblo Mágico

Los indios tarahumaras- habitantes ancestrales de las Barrancas del Cobre y callados testigos de los auges y decadencias mineras-, han trabajado delicadamente durante siglos materiales como la fibra del sotol, la madera y la tierra con trazas de plata.

Con tales materiales elaboran instrumentos musicales como tambores y violines, canastas tejidas, objetos tallados en madera, y ollas y recipientes diversos de cerámica.

 

Como llegar a Batopilas Pueblo Magico

Se puede visitar Batopilas trasladándose en avión a la ciudad de Chihuahua a través de AeroMéxico, Interjet o Volaris, y luego continuar por carretera en automóvil o autobús desde Creel, Cuauhtémoc, Urique o Guachochi, o en el formidable tren El Chepe, a la estación Bahuichivo, y de ahí bajar a la Barranca de Batopilas, desde donde se realiza el descenso al Pueblo Mágico a pie o a caballo.