El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Adrenalina y aventura en parapente

Nota sobre Adrenalina y aventura en parapente

Vamos a comentar algunos prácticos tips acerca de un emocionante deporte de altura, el cual está disponible para todas las edades.

En México existen muchos lugares naturales para practicarlo, como por ejemplo, el Pueblo Mágico de Valle de Bravo.

Si lo que a ti te gusta son los deportes extremos y las alturas, más que un motivo de temor, se te presentan como un desafío irresistible, entonces el parapente es para ti.

Es una actividad extrema que, además de motivarte las máximas descargas de adrenalina, te permitirá recrearte con maravillosos paisajes, como los que nos ofrece, justamente, Valle de Bravo, en el Estado de México.

Este último Pueblo Mágico se ha transformado en el lugar ideal para volar por sus condiciones orográficas e hidrográficas, las cuales hacen que se vuelva inolvidable toda experiencia de vuelo por estos rincones mexiquenses.

Pero, a todo ello, ¿En qué consiste el deporte del parapente? Se trata de un ala que se infla con las corrientes de viento y que libera la fuerza de la gravedad.

De manera que para volar no es preciso saltar desde un avión, como en el caso del paracaidismo, en tanto que el despegue se realiza desde lomas, acantilados o en lo alto de montañas. El piloto va sentado sobre el arnés y controla el ala con dos manivelas que aparecen dispuestas una para cada mano.

Lo más atractivo del parapente es que se pueden avanzar por aire enormes distancias, a velocidades que rondan los 30 o 30 kilómetros por hora, de acuerdo a la intensidad del viento.

En el caso de Valle de Bravo, el aterrizaje se efectúa en el Club de Vela Santa María y se realiza bajo la cuidadosa supervisión de expertos en el parapente.

A unos 17 kilómetros de Valle de Bravo, en el paraje conocido como El Peñón, se encuentra otro punto de despegue, el cual, no obstante, es solo usado por pilotos con gran experiencia.

El parapente es una disciplina extrema que pueden disfrutar personas de todas las edades, puesto que no existe limitación al respecto, ni tampoco con referencia a las capacidades físicas de los interesados.

Para la práctica del parapente no se requiere tener conocimientos previos, ya que por lo general, se cuenta con la asesoría de un instructor que se ocupa de planear y aterrizar, para que uno solo tenga que relajarse y gozar del vuelo.

En lo que se refiere a Valle de Bravo, allí se ofrecen cursos para que los más interesados en el parapente, puedan aprender a despegar por su propia cuenta.